En la ciudad de Harbin, al norte de China, cada enero se convoca el Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve. Durante todo el mes los habitantes se enfrentan con buen humor y una cuota de optimismo a las temperaturas heladas que recorren esa zona del país y aprovechan la nieve y los grandes cubos de hielo para esculpir impresionantes monumentos. Esculturas con fecha de caducidad que, sin embargo, no descuidan el menor detalle y son trabajadas con la misma pericia con la que Miguel Ángelo tallaba sus bloques de mármol. Se utilizan hasta 180.000 metros cúbicos de hielo y se necesitan 15.000 personas trabajando durante 18 días para hacerlo posible.
Esta tradición se inició en el año 1963 y cada año atrae a mas artistas y visitantes que con cada edición se animan, además, a participar en el resto de actividades como las carreras pedestres, los chapuzones en el río local o las interpretaciones teatrales que tienen lugar en mitad de la calle.
Visitar Harbin en estas fechas es como llegar en la casa de la Reina de las Nieves. Por el día, todo de color blanco y fantasmal, como un cementerio de monumentos gigantescos a 40º bajo cero, petrificados por la inclemencia del tiempo.
Cada convocatoria se dedica a un tema distinto, este enero de este año fue Rusia el protagonista, centrados prioritariamente en San Petersburgo y Moscú. Los turistas más curiosos y abrigados tuvieron la oportunidad de pasear por una maqueta a gran escala de la capital rusa, visitar el Kremlim, el Hermitage o el Palacio Real, y fotografiarse junto a estatuas de célebres personajes rusos.
Por la noche, sin embargo, los edificios de paredes de cristal se llenan de luces y color al encender unos focos y unos tubos de neón colocados estratégicamente. Las calles translúcidas se llenan de luciérnagas gigantes: las llamadas «linternas heladas», los farolillos que los más pequeños preparan en estas fechas con especial ilusión. Entonces, el cementerio de figuras de nieve renace con luz, vida y calor, mucho mas que la propia Las Vegas y por supuesto mucho mas bella.
Y por qué no, ve planeando un viaje para el próximo año nuevo a un museo esporádico como Harbin. Interesante no?