Saliendo desde El Fuerte, Sinaloa en dirección a Chihuahua, recorrimos aproximadamente unos 275 km sobre el ascenso de la Sierra Madre en uno de los recorridos en tren más majestuosos.
Sublime y contrastante paisaje de montañas, selva, piedras, acantilados, ríos y la belleza propia de la misma vía del tren con sus 86 túneles y 45 puentes, infinidad de cascadas siendo la de Témoris la más impactante.
Bahuichivo es la parada de tren para llegar a Cerocahui que en tarahumara quiere decir montaña del agua.
Fundado como una misión jesuita en el SXVI ante los asentamientos tarahumaras, Cerocahui es un poblado con 2000 habitantes, gente afable y cordial.
Actividades dirigidas al ecoturismo son su principal objetivo, caminatas, cabalgatas, excursiones
a cataratas, cuevas, antiguas moradas de los tarahumaras, y el Cerro del Gallego en Urique, en donde se aprecia en un día claro, la magnitud y grandeza de este cañón, tres veces más grande que el Colorado en EUA.
Tras pernoctar una noche en el Hotel Misión seguimos nuestro recorrido, apreciamos un conjunto de rocas en forma de un oso, “El Oso Yogui”, me informa Martin nuestro guía. En Bahuichivo abordamos nuevamente el CHEPE rumbo a las Barrancas del Cobre, el contraste de paisaje con el día anterior es evidente. La abundante selva tropical con sus cactáceas características de la región han sido reemplazadas por un bosque de coníferos, pinos, las montañas son mas agrestes y mas rocosas, aspecto distinto sin embargo de una belleza natural inmensa.
Al llegar a la estación de Posadas, mujeres tarahumaras en su indumentaria típica, acompañadas de niños, nos ofrecen manzanas, pan, collares con amuletos para ahuyentar a los malos espíritus, cestas de todos tamaños y tejidos, pulseras de chaquiras…