Previo a nuestro abordaje para iniciar el recorrido en tren a bordo del CHEPE, uno de los 10 más espectaculares en su género en el Hemisferio Oeste, pasamos el día en El Fuerte, Sinaloa y para nuestra estadía escogimos el Hotel Posada del Hidalgo, de la cadena hotelera de la familia Balderrama, quienes se han dedicado al turismo rescatando y adecuando inmuebles históricos.
Posada del Hidalgo está constituido por 3 casas adyacentes: incluyendo la que fuera la de Don Diego de la Vega «casa vieja», mejor conocido por la “Leyenda del zorro» en torno a su persona y su vida, la de Rafael Almada un acaudalado sinaloense.
El hotel cuenta con 69 acogedoras habitaciones decoradas en un estilo rústico colonial, que dan sobre una gran arquería y patio central.
Fotografías históricas tanto del pueblo del Fuerte como de las edificaciones en si decoran los diferentes salones de las casas y recintos.
Sobre la palapa del vestíbulo de la recepción y dependiendo de la hora uno puede apreciar parvadas de colibrís que se reúnen juguetones.
El comedor, abierto, decorado con grandes flores de papel en el techo, ofrece los mejores platillos locales, el servicio es cálido y cordial, y sin duda uno de los mejores atributos de Posada del Hidalgo, es la disposición de su personal por hacer de su estancia única y memorable.
Una agradable palapa ofrece comidas informales al costado de la alberca.
Ubicado a un costado del museo El Fuerte, la plazuela, la iglesia Jesuita construida con las primeras misiones en el SXVI, ideal para recorrer el pueblo a pie declarado como Mágico desde el 2009.