El Comité Olímpico Español contactó a Mango para hacer los uniformes de la delegación que se presentaría en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero la cadena de moda española declinó la oferta por el alto grado de especialización que requieren las prendas deportivas.
La firma de moda también explicó que la oferta se realizó apenas un mes antes del plazo estimado; lo cual dejaba sin tiempo a la firma española que no es experta en prendas deportivas.
Finalmente la empresa rusa Bosco, que también ha diseñado las vestimentas de Ucrania y Rusia, fue la encargada de suministrar las prendas a los atletas españoles, quienes quedaron inconformes con los resultados. Incluso varios de los deportistas se quejaron a través de su cuenta de twitter, como en el caso de la tenista Anabel Medina que comentó: «Vamos a parecer las azafatas de Singapour Airlines».
Por otro lado los ciudadanos españoles concordaron que lo mejor sería “quemarlos”.