Hoy se subastó en Inglaterra, una pieza de pan tostado que el príncipe Carlos dejó en la bandeja de su desayuno el día de su boda con Lady Di, el 29 de julio de 1981, por 343 euros.
La madre de una empleada doméstica del Palacio de Buckingham, que estaba visitando a su hija en el momento de la boda, afirmó haber tomado el pedazo sobrante de una tostada que mordió el príncipe. Rosemarie Smith, de 83 años, dijo que guardaba desde entonces el pedazo de pan dentro en una taza de «Royal Crown Derby» en su casa.
Rosemarie aseguró que a lo largo de todos estos años no había hablado sobre el tema, pero que la boda del príncipe William y Katherine Middleton del año pasado y el Jubileo de la Reina, hicieron más popular a la Familia Real, por lo que pensó que su pan tostado “podría valer un poco de dinero”.
El pan, que tiene 31 años y no presenta signos de moho, fue adquirido por un comprador anónimo en una puja telefónica organizada por la casa de subastas Hansons.
Un portavoz de Hansons reconoció que no se han efectuado pruebas de laboratorio para confirmar su procedencia, por lo que «hay que confiarse» de la historia que cuenta Smith.
La tostada tenía un precio estimado de 635 euros, sin embargo no lo alcanzó.