La casa de alta costura Valentino, que pertenecía desde 2007 al grupo británico Permira, fue adquirida por la familia real de Qatar por 700 millones de euros, en una operación que marca una de las más prominentes compras de una marca de diseño europea por parte de un inversor de mercados emergentes.
«Estamos encantados con esta evolución», declaró Stefano Sassi, director general de Valentino, que en los últimos años diversificó su gama de productos y reforzó su presencia en el continente asiático.
«Durante los últimos años, a pesar de oscilaciones en los mercados de productos de lujo, la compañía ha operado con gran intensidad y se ha concentrado en maximizar el potencial de la marca Valentino. Este esfuerzo debería conducir a un aumento del 60% de los ingresos de 2009 a 2012. Nuestro nuevo accionista debería ayudarnos a alcanzar todo nuestro potencial», agregó.
Valentino no reveló los detalles financieros de la venta ni el nombre del inversor. Pero dos fuentes cercanas confirmaron que la familia real catarí adquirió Valentino en una transacción que valúa a la firma en unos 700 millones de euros.
Fundada por el diseñador Valentino Garavani, la marca de alta moda italiana adquirió fama global gracias a sus característicos vestidos de chiffón rojo, adorados por princesas y estrellas de Hollywood.