Los bolsos de Ferragamo suelen ser de los accesorios más solicitados por el mercado mexicano, las razones sobran: calidad y diseño.
Para la llegada del otoño, la firma italiana, lanza una colección con detalles que de alguna manera siempre han estado presentes en la historia de casa.
Texturas artesanales nos advierten un invierno en el que la marca sin duda será una de las estrellas.
Para Salvatore Ferragamo, esta colección convive con dos caras distintas: por un lado, elegantes y rigurosos, del otro lado lujosamente suave, a este contraste le llama “leitmotiv”.
Para el día, la firma propone texturas suaves, mate y piel de becerro que genera formas de construcción solida (cuadrado y geométrico) para llevar al hombro o en la mano. De la línea Military World Lock llega un bolso plano con forma de solapa que cuenta con un dorado mate de sujeción en forma de candado.
Mientras que los modelos de Military World Loop se caracterizan por una simplicidad clásica con formas más cuadradas y verticales.
Para la noche las formas se convierten fluidas y los materiales suaves y finos. Cuero de napa voluptuoso, decoraciones de terciopelo bordados con hilos de Paisley crean bolsos exclusivos, suaves y elegantes cinturones de torchon. Pequeñas joyas de artesanía, al igual que las de la línea Cocktail , un discreto tributo a la obra del artista Faberge en la corte de los Zares de Rusia: de un embrague inspirado por su famoso huevo – un corazón de metal forrado de napa – a un micro minaudiere hecho de metal esmaltado con pequeñas cadenas, recordando una pitillera antigua.
Una vez más, en la intersección de estos dos hemisferios, está el pequeño bolso de terciopelo bordado con un botón militar grabado con el sello y monograma de la Casa.
La paleta de colores explora los tonos del invierno de St. Petersburgo: Azul báltico, estepa, azul arándano, burdeos y verde malaquita. El dorado está presente en toda la colección con un papel que permite un cambio rápido y voluble en los acabados, botones, cadenas y otros detalles.