La familia de Amy Winehouse puso a la venta la casa de la cantante británica, fallecida el 23 de julio de 2011, en un costo de 4.2 millones de dólares, tras comentar que consideran inapropiado mudarse a ella.
La propiedad de tres recámaras, ubicada en el barrio de Camden, se convirtió en un altar para los seguidores dolientes que empezaron a dejar flores y mensajes tras la muerte de Winehouse, provocada por una intoxicación etílica.
«Conservarla vacía y pagar por su mantenimiento no es práctico. Es un lugar estupendo y será un hogar muy feliz para otra persona y su familia», añadió el portavoz de la familia.
La propiedad, de 762 metros cuadrados, se anuncia en Internet como una villa de época adosada con tres impresionantes dormitorios dobles, tres salas de recepción, patio privado y jardines traseros.
«Hay muchos seguidores que quieren información al respecto, por lo que estamos tratando de separar las personas con un verdadero interés de aquellas que sólo quieren enterarse», comentó Graham Lock, portavoz de la agencia de bienes raíces Housenetwork.co.uk