Hace un mes que Danny y Albert, los Bongo Brothers, abrieron su camión de cocina cubana, el éxito ha sido inmediato. Comprueban cómo la cola de clientes que vienen a probar sus famosos bocadillos cubanos y sus buñuelos de plátano se va alargando de día en día. “Mi hermano es chef desde hace unos diez años y yo he trabajado de camarero en varios restaurantes, nos cuenta Danny. Siempre quisimos abrir nuestro propio negocio, pero la situación económica no era idónea… luego vino la locura de los Food Trucks y no nos lo pensamos dos veces.”
Ofrecer cocina de calidad a precios razonables y sin tener que ir a la otra punta de la ciudad, es la idea que ha dado origen al fenómeno de los Food Trucks o Gourmet Food Trucks (camiones gourmet), un fenómeno particular que nació en la Gran Manzana tras la crisis de 2008 por la subida de los alquileres y por falta de dinero.
Todos los chefs con talento que se vieron privados de abrir su propio negocio tuvieron una idea genial: transformar el camión-pizzería grasiento o el quiosco de kebabs en auténtica cocina móvil donde vender sus platos gourmets a precios de carcajada.
El ayuntamiento de Nueva York, debido al número de demandas de los camiones gourmets ha optado por conceder las licencias por sorteo. Asimismo, lo ideal es ofrecer algo por encima de lo que proponen los numerosos fast foods de los alrededores.
Sabores considerados exóticos se están volviendo habituales en los gustos de los estadounidenses. El bajo precio de los platos y la variedad de los menús hace posible que cada cual esté descubriendo la cocina coreana, brasileña, africana, etc. Cupcakes con mantequilla a la sal, gofres con espéculos, helado de wasabi, hamburguesas de buey de Kobe… cada cual puede elegir entre cientos de especialidades de los cinco continentes. Los Food Trucks han permitido abrir las perspectivas culinarias de los americanos.
Alí, propietario del Frites «N» Meats, ofrece excelentes productos, unas hamburguesas de carnewagyu o angus deliciosas. Otro de los famosos food trucks es Frank y su camión Cupcake Crew. El camión de helados, Big Gay Ice Cream Truck, cuyos dueños han decidido abrir su propia tienda en el East Village porque cuando llueve mucho o nieva a nadie se le ocurre hacer cola delante del camión, pero con el buen tiempo ya sacarán el camión nuevamente.
El porvenir de los Food Truck parece brillante!