El surf es un divertido deporte que si bien no depende del clima, ni de la época del año, si tiene mejor lugares que otros para poder practicarlo.
Así, hay algunos puntos imperdible que podemos visitar y tener el espectáculo de los surfistas durante todo el año. Y, además, ver algunas de las mejores olas del mundo.
Waimea, Hawaii: ubicada en la Isla de Oahu en Hawaii, la playa de Waimea se encuentra en una bahía en la boca del río Waimea en la costa norte de la isla.Fue el primer point de olas gigantes en ser corridas, a partir de los míticos surferos que se atrevieron a ellas desde 1957. La mejor época para disfrutar las olas grandes es desde noviembre y hasta marzo o abril. Es allí cuando las “big waves“ se hacen presentes.
-Lagundri Bay, Nias: en la costa sur de la isla de Nías en Indonesia se encuentra una serie de bahias realmente hermosas. Sin embargo, las caracteristicas de los fondos y las salientes hacen que la bahía de Lagundri concentre la atención de los surfistas del mundo entero.De marzo a octubre Nias regala un contínuo desfile de perfectas olas de derecha que pueden alcanzar los 5 metros en plena temporada (mayo a septiembre). Un espectáculo para presenciar o para vivir desde la tabla.
-Chicama, Perú: es una de las grandes olas del mundo, no muy accesible pero por la que valdría la pena conocer. La ola nace a 2 kilómetros mar adentro desde el cabo de Puerto de Malabrigo o Puerto de Chicama y se acercan a la costa en un frente extenso que barre todo el litoral. Cuando pierde fuerza, se encadena con una nueva ola que llega hasta el muelle. Tan larga que pocos llegan a alcanzarla en toda su extensión. Puede llegar hasta los 4 metros de altura.
–Maverick, California: en un pequeño poblado de la costa del Pacífico, sobre la bahia de Half Moon y a poco de llegar a San Francisco, se encuentra una de las míticas olas: Maverick.
Jeffreys Bay, Sudáfrica: muy cerca de Port Elizabeth, Jeffreys Bay nos enfrenta a una ola de gran potencia. El encuentro de dos mares, el Atlántico y el Indico, nos garantizan energía. En la bahía se mezclan las corrientes cálidas procedentes del océano Índico con las del Atlántico, creando unas condiciones marítimas muy peculiares.