Parece que la chica mala de Hollywood quiere seguir cumpliendo ese rol, cueste lo que cueste. Luego de haber salido en libertad y de realizar muchas horas de trabajo comunitario, la joven Lindsay Lohan le encanta quebrantar la ley.
En esta oportunidad, recibió una demanda por no pagar un servicio de limusina por 90 mil dólares. Quejarse es uno de los deportes preferidos de la actriz. Es que hace pocos días, la actriz compró un auto deportivo por el mismo valor, pero protesta por no tener dinero.
Ahora, Lohan debe 90 mil dólares a una compañía que le alquiló una lujosa limusina para transportarla durante febrero y mayo de 2009, según reveló el sitio PerezHilton. La suma en verdad es de 34 mil dólares, pero debido a los intereses por la demora en el pago, la cifra se triplicó. Y la actriz, no acusó recibo de su falta y compró la semana pasada un auto deportivo por 80 mil dólares.
Por los grandes escándalos y por su falta de trabajo, la actriz dice no tener dinero y estar atravesando una fuerte crisis económica.