Siguiendo con los destinos argentinos para conocer los mejores vinos, otra de las posibilidades es visitar Córdoba, la capital del fernet con coca, pero que, es además, una especialista en vitivinicultura, y pocas personas lo saben.
Así, cuenta la historia que uno de los primeros vinos elaborados se llamaba lagrimilla y fue llevado por los jesuitas a España. Los friulanos arribados a fines del siglo XIX continuaron con la tradición vitivinicultora. Hoy la producción se concentra principalmente en el Departamento Colón, siendo Colonia Caroya la que posee el mayor número de bodegas y productores que elaboran vinos artesanales.
Otra de las provincias, esta si importante y famosa en el área, es San Juan, en la zona que se denomina Valle de Tulum, el cual presenta un clima seco y templado, óptimo para el cultivo y producción del Syrah (cepa muy bien adaptada a la región) y otros vinos finos de mesa y licorosos.
Las principales bodegas sanjuaninas: Viñas de Segisa, Fabril Alto Verde, Champañera Miguel Más, Las Marianas, San Juan de Cuyo y La Guarda, están altamente equipadas con maquinarias de última generación, vasijas de acero inoxidable, refrigeración computarizada, barricas de roble para guardar sus vinos, además de contar con enólogos especializados y altamente capacitados.