Testigos admiten que la cantante de soul Amy Winehouse compró, una noche antes de su muerte, un cocktail de drogas, pero todavía no hay ningún comunicado oficial que diga las verdaderas razones.
La web ‘Daily Mail’ consiguió testimonios que aclaran detalles sobre el caso. Una fuente aseguró que vio a Amy comprando éxtasis, cocaína y ketamina el viernes, pasadas las 10.30 de la noche. «Amy había decidido tener una gran noche de viernes», añadía.
Hasta el momento no se conoce si la chica iba sola o pasó la noche acompañada de alguien, pero las personas que aseguran haberla visto confiesan que no vieron a nadie con Amy.
Mientras los rumores saltan como la espuma, el diario ‘Sunday Mirror’ ha hablado con algunos amigos de la estrella. Estos creen que la muerte de Winehouse se ha producido por la «mezcla de una mala píldora de éxtasis con una gran cantidad de alcohol». «Una sobredosis de éxtasis», confiesa otro amigo que cree que «la pastilla no era fiable, pero que Amy podía tomar cocaína hasta que las ranas críen pelo».