Aparece una explicación reciente al bajo rendimiento vocal de Whitney Houston y a la cancelación de sus conciertos en vivo: efisema. La legendaria cantante agrega a su problema de adicciones, el de la enfermedad que, según su doctor: “Si no deja de fumar, tendrá una muerte horrible.”
El pasado abril Houston canceló varios shows en Europa por infecciones respiratorias. La gira había sido concebida para promover el album de la vuelta de Houston en 2009 “I look to You” pero no pudo concluirse.
La decisión de entrar voluntariamente en un programa de recuperación de adicciones de treinta días, que finalizó exitosamente, y su entrenador disponible full time para reforzar su disciplina, tendría como razón salvar su vida y volver al ruedo. La actriz Angela Bassett reveló recientemente que trabajará con la cantante en la secuela de la película de 1995.
Whitney le heredó sus problemas a sus hija de 18 años, Bobbi Kristin, quien también lucha por recuperarse de la adicción a sustancias.
Houston que acuñó su nombre en la historia de la música mundial como cantante de rythm and blues, pop y gospel además de ser actriz, compositora, productora, empresaria y ex-modelo estadounidense. Entre los varios récords que rompió fue el de ser la primer mujer en debutar en el número uno de los Billboard 200, en estar más semanas como número uno en las ventas con sus álbumes Whitney Houston, Whitney, Waiting to Exhale y el soundtrack The Bodyguard (puesto número tres en los 100 álbumes más vendidos de todos los tiempos). El más notable es “I will always love you”, que en 1992 se convirtió en el single más vendido por una artista femenina en la historia de la música. Figura en el Guinness World Records con dos premios Emmy, seis grammy, 30 Billboard, 22 American Music Awards, entre otros y ha influenciado en la carrera de innumerables artistas que son líderes de ventas hoy.