Huguette Clark, una de las multimillonarias más misteriosas de Nueva York falleció hoy a los 104 años.
Hace ocho años Clark se recluyó discretamente en un hospital de Nueva York, aquí mismo fue donde murió hoy.
«La muerte de la señora Clark es una triste noticia para todo el que la quiso y respetó a lo largo de los años. Murió como quiso, con dignidad y privacidad. Vamos a tratar de seguir respetando su deseo de privacidad», dijo su abogado Michael McKeon en un comunicado recogido hoy por medios locales.
Durante años, Huguette Clark se codeó con la alta sociedad neoyorquina, entre ellos los Rockefeller, los Astor y los Guggenheim.
A sus 22 años se casó y después de un breve matrimonio decidió encerrarse en una gran mansión de la Quinta Avenida de Manhattan con vistas a Central Park plagada de obras de arte.
Previamente había vivido en una mansión de 121 habitaciones construida por su padre y rodeada de obras de Donatello, Rubens y Degas, entre otros, según detalla hoy The New York Times.
Durante las dos décadas que pasó recluida en el hospital neoyorquino donde falleció y donde se recluyó pese a no tener problemas graves de salud, la mujer vivió rodeada de muñecas antiguas y prácticamente nunca recibía visitas, explica por su parte The Wall Street Journal.
La vida de esta rica heredera había pasado muy inadvertida hasta que el año pasado el canal MSNBC contó su historia y puso en duda si su fortuna, valorada en más de $500 millones, estaba siendo bien gestionada por sus abogados.
La Fiscalía de Manhattan mantiene una investigación al respecto a petición de sus familiares, a los que Clark se negaba a recibir, según el Daily News, que asegura que incluso estaba registrada en el hospital con un nombre falso.