La Bienal de San Pablo tiene su favorito: el pintor brasileño Gil Vicente. Muy polémico, presentó la exposición Inimigos (Enemigos) donde se dibujó disparando contra figuras políticas internacionales. La orden de abogados del país pidió levantar la exposición por apología del crimen.
Las «víctimas» de los nueve cuadros son Lula da Silva, Fernando Henrique Cardoso, George Bush (hijo), el Papa y la reina Isabel de Inglaterra, entre otros.
En contra del llamado de atención de los abogados, el artista niega que atente contra la paz social y aclaró, en pleno proceso electoral, que no tiene nada en contra del presidente brasileño.
En la obra, un hombre delgado, con gafas y de barba blanca, similar al propio artista brasileño, apunta con un arma en la cabeza de Cardoso, y en un segundo cuadro, el mismo hombre asegura un cuchillo en la garganta de Lula.
Obviamente Gil Vicente, se beneficia con la polémica que ha generado y le puso precio a su obra: los nueve cuadros –no los vende por separado– por la suma de 260 mil dólares.