La joven actriz, condenada a 90 días de cárcel y otros 90 de recuperación, ya está fuera de la cárcel, habiendo logrado rebajar ambas penas hasta el punto de que, después de 35 días, ya es totalmente libre.
Lohan sólo estuvo 13 días entre rejas y ahora, el día 22 de su programa de rehabilitación, que comenzó el pasado 2 de agosto en el centro californiano donde debería haber permanecido 90 días, firmó los papeles para salir de la clínica.
Sentenciada por conducir bajo los efectos del alcohol en el año 2007 y también por violar su libertad condicional, Lohan salió por la puerta de atrás de la clínica, donde la esperaba una limusina con un chofer para llevarla a casa. Lo primero que hizo nada más poner un pie en la calle fue llamar a su madre, Dina, según publicó radaronline.com
Los médicos que siguieron el caso de Lindsay llegaron a la conclusión que la decisión de la jueza había sido excesiva. Aseguraron que la actriz no padece ni el síndrome de déficit de atención, ni tiene bipolaridad, ni tampoco es adicta a las drogas. Por este motivo, Lohan ya puede ser libre completamente.