“No hay fórmula mágica para los negocios. Hace falta trabajo duro, determinación y emprender el camino para crear algo grande” aseguró el joven británico Christian Owens que con solo 16 años ya es millonario, tan solo dos años después de crear su primera empresa.
Owens tuvo su primer ordenador a los siete años, su primer Mac a los 10 y aprendió diseño gráfico por sí mismo. Con tan solo 14 años fundó su primera empresa en Internet: Una tienda de venta de aplicaciones.
Owens confiesa que es admirador de Steve Jobs y cuyos pasos quiere seguir. El modelo de negocio de Owens consiste en vender un paquete de 10 aplicaciones en conjunto, denominado Mac Box Bundle, quedándose con el 10 del valor de todas las aplicaciones por separado, que asciende a unos 280 dólares.
El joven también es un genio del marketing, por un lado destina un porcentaje de los beneficios a caridad y por otro si se alcanza cierto número de descargas, los clientes recibirían una aplicación de regalo. El éxito de la campaña no se hizo esperar y el paquete de aplicaciones para Mac se vendió como agua.
Ahora el joven de 16 años creó una nueva empresa de publicidad digital llamada Branchr distribuyendo 300 millones de anuncios al mes en más de 17.500 sitios web. “Quería crear algo rompedor y sencillo que revolucionara la forma en que funciona la publicidad”.