La emblemática mansión de Miami en la que fue acribillado el diseñador hace trece años, se convirtió en un lujoso hotel cinco estrellas.
Concientes de los efectos de marketing, los nuevos dueños decidieron mantener la millonaria remodelación del diseñador, aunque debieron invertir un millón de dólares para poder abrirlo al público con más comodidades.
Así, lo que alguna vez fue la morada del colorido diseñador dueño de un indiscutido imperio de ropa, ahora ofrece un exclusivo restaurant, un spa e inclusive un servicio especial para poder ofrecer casamientos en la impresionante residencia.
Además, “La Villa” ofrece diez suites con el sello distintivo del diseñador: pisos de mármol, murales de mosaicos, telas pesadas y, mucho dorado, bien al estilo Versace.
Los precios no son públicos y, para beneficio de los nuevos dueños, las reservas están completas.