Nicole Kidman no deja de emocionarse tras el nacimiento de su hija Sunday. «Lloro con sólo pensar en ella, pero son lágrimas de alegría», contó.
La actriz australiana Nicole Kidman sigue abrumada por el nacimiento de su hija Sunday Rose hace tres meses.
«Estoy en carne viva y emocionada», dijo Kidman, de 41 años, a la revista estadounidense Parade en la edición que saldrá a la venta el domingo.
«Lloro con sólo pensar en ella, pero son lágrimas de alegría porque creo que nunca pensé que la tendría».
La madre de dos hijos -Isabella, de 15 años, y Connor, de 12- adoptados junto con su ex marido Tom Cruise dijo que no creía que alguna vez tendría un hijo biológico.
«Es un regalo extraordinario», agregó. Al mismo tiempo, señaló que la sensación es «agridulce».
«Tengo 41 años. Y pienso: Quiero ver su cumpleaños 21 y quiero verla casarse. Mi relación con la muerte solía ser bastante más ambivalente, pero ahora se concentra más en seguir en este mundo».
La actriz se casó hace dos años con el padre de Sunday Rose, el músico de country australiano Keith Urban, también de 41 años.