Cuando en 2004 Vacheron Constantin institucionalizó la colección Métiers dArt con la serie limitada de relojes Homenaje a los Grandes Exploradores, la marca demostró su firme voluntad de perpetuar uno de sus valores fundamentales: la transmisión de las tradiciones artesanales enraizadas en los oficios artísticos de la alta relojería.
De igual modo, la serie Masques de la colección Métiers d¹Art ‹cuyo primer juego se presentó en 2007‹ es un magnífico ejemplo de cómo se pueden combinar el talento y los conocimientos técnicos; en este caso, los de los maestros relojeros y los de los grabadores, quienes trabajaron codo con codo en la fabricación de unos relojes que constituyen una auténtica invitación a viajar en el tiempo y en el espacio en busca de las raíces del ser humano y a reflexionar sobre una de las expresiones más bellas de su alma.
Ahora la marca abre nuevos horizontes en el ámbito de la combinación de técnicas de relojería y decoración, al ofrecer por primera vez una colección Métiers d’Art en la que parte del trabajo se lleva a cabo fuera de Ginebra, más concretamente en un continente muy lejano, pues el misterioso término maki-e se refiere a la perla de las técnicas de lacado ancestrales y tradicionales japonesas.
Fiel al espíritu de la colección Métiers d¹Art, la temática el simbolismo del lacado variará a lo largo de tres años; cada año se presentará un nuevo juego de tres relojes en una serie limitada de veinte. Cada juego de relojes se caracterizará por unos motivos rescatados de la riqueza simbólica de las tradiciones artísticas del Lejano Oriente.
Cada diseño ‹que puede proceder del mundo animal, vegetal o mineral‹ tiene un significado y puede combinarse con otro; las figuras divinas o heroicas se asocian a los animales, los animales, a las plantas, y las plantas, a virtudes o a cualidades abstractas, etc. En muchos casos, los diseños tienen que ver con obras literarias, poemas o leyendas.
En lo que a la relojería se refiere, el calibre que Vacheron Constantin ha elegido para esta serie de relojes es el legendario y ultraplano 1003, concretamente una versión esqueleto del movimiento, manufacturada en oro blanco de 14 quilates.