Una encuesta realizada en la Universidad de Stanford y publicada por la revista especializada LiveScience acaba de confirmar lo que muchos usuarios de un iPhone ya sospechaban desde hace tiempo: que el teléfono ideado hace ya tres años por Apple puede crear adicción.
La investigación fue llevada a cabo sobre 200 estudiantes propietarios de un iPhone y reveló que en poco tiempo el iPhone logró convertirse en una parte imprescindible de la vida de sus propietarios, así como el hecho de que la mayoría de ellos confiesa abiertamente que se sentiría perdido si de pronto tuviera que prescindir de él.
Cerca del 85% de los dueños de un iPhone utilizan el teléfono como reloj, y hasta un 89% lo usan como despertador. De hecho, el 75% de los jóvenes participantes en el estudio admiten que se meten con su iPhone en la cama al irse a dormir, y hasta un 69% aseguran que es mucho más probable que se olviden de la cartera al salir de casa que de su preciado teléfono.
Muchos de los estudiantes son perfectamente conscientes de su dependencia, aún cuando el 70% de ellos confesó que lo tenían desde hace menos de un año.