Una de las mujeres más bellas de Hollywood se destapa en una entrevista para la revista GQ y habla de sus «extraños fetiches sexuales».
«He explorado la obsesión. He explorado la pérdida y el amor en términos de estar desconsolada. He explorado extraños fetiches sexuales. He explorado el aspecto más mundano del matrimonio y la monogamia», ha dicho Nicole a la revista GQ.
Sobre el matrimonio opina: «Es un lugar extraordinario, de aventura, para estar: increíblemente crudo, increíblemente peligroso. Estás expuesto. Te puedes ahogar». Y también reconoce que cuando se casó con Tom Cruise hubo quien le advirtió que no lo hiciera, pero dio el paso porque estaba profundamente enamorada.
«Me hice famosa muy joven. Y me hice famosa porque era la mujer de alguien (…) Hice muchas cosas, en Australia trabajé entre los 14 y los 19 años y luego me casé con alguien famoso. Y realmente, a pesar de la fama que ello me aportó, yo seguía trabajando por mí misma»
«Sé que mis agentes pensaban: ‘No te cases. Arruinarás tu carrera’. Y yo: ‘Pero estoy enamorada’. Yo no estaba interesada en la fama. Y no fue la razón de que me casara. Yo quería trabajar con gente que me intrigara», añade Nicole. Ambos actores se casaron en 1990 tras protagonizar Días de trueno y se divorciaron diez años después.
Sin embargo, la australiana no ha querido desvelar a qué se debió la ruptura del que, hasta entonces, era uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood. «Quiero honrar el matrimonio por lo que fue. No he discutido nunca los detalles del mismo y no lo haré nunca», sentencia Nicole.