- A través de su nueva página web, PAAR ofrece asesoría personalizada y todas las opciones necesarias para ayudar a las parejas a plasmar su amor a través de las argollas.
- Tradición milenaria que se cree que viene desde el 2,800 A.C., las argollas simbolizan la unión a través de un círculo perfecto que lleva cada uno, para representar la unión sin principio ni final.
- Hacer las argollas de matrimonio a mano a través de una marca local no sólo es una práctica más sustentable, también fomenta la labor artesanal y ayuda a generar empleo.
La apuesta por el amor, que cruza fronteras y que se suma en una promesa cargada de símbolos y de belleza. PAAR, como parte de su filosofía, sabe que el verdadero poder de la joyería se da por las historias, mensajes y momentos que quedan capturadas en ellas. Ahí también la importancia y el poder de la joyería y, en especial, de las argollas. ¿Qué son éstas más allá de ese símbolo que recuerda el amor, cíclico, pero sin principio ni final? Son la promesa, compromiso y tan personales como las historias que quedan grabadas en plata .925, oro o platino.


Es por esto que PAAR, a través de su nueva página web, otorga el servicio de creación de argollas personalizadas y creadas artesanalmente en la Ciudad de México. Al realizar las argollas de matrimonio de esta forma, no sólo puede ser más sustentable, si no que también fomenta la tradición artesanal y ayuda a generar empleo local. A través de una cita en persona o virtual, el diseño y realización de argollas es tan personal y humano, como las historias que las inspiran.


La tradición de las argollas de matrimonio es tan antigua como el tiempo, y en el corazón de esta costumbre atemporal se encuentra una historia fascinante que abarca culturas y civilizaciones a lo largo del tiempo.


Los Orígenes
Se cree que el origen de la tradición de las argollas de matrimonio se remonta a los antiguos egipcios, quienes dejaron evidencia de su existencia en jeroglíficos alrededor del año 2.800 A.C. Para ellos, el círculo simbolizaba la eternidad, una forma sin principio ni fin, lo que hacía que las argollas representarán la duración infinita del amor y la unión.
La Transmisión de la Tradición
Más tarde, los hebreos adoptaron esta costumbre, y los griegos la extendieron aún más. Sin embargo, fueron los romanos quienes dieron un paso importante al entregar a sus esposas el ‘anulus pronubus’, una simple banda de hierro que sellaba su compromiso matrimonial. Este gesto marcó el inicio de la costumbre que conocemos hoy como el uso de las argollas para consolidar la unión en matrimonio.


Cambio de Roles en el Siglo XX
En tiempos pasados, era común que solo la mujer portara la argolla de matrimonio, una práctica arraigada en el machismo de la época, simbolizando que la mujer pertenecía al hombre. Sin embargo, durante el siglo XX, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, esta tradición cambió. Los militares de países occidentales llevaban anillos como recuerdo de sus esposas mientras estaban en el frente de batalla, lo que marcó un cambio significativo en la costumbre de la época.


La vena del amor
Tradicionalmente, el anillo de matrimonio se colocaba en la mano izquierda, en el dedo anular, porque se creía que las venas de ese dedo llegaban directamente al corazón. Los romanos la llamaban «vena amoris» o «vena del amor».
Materiales y Sustentabilidad
Originalmente, las argollas egipcias estaban hechas de tela, paja o cuero y se renovaban anualmente en un ritual. A lo largo de la historia, se introdujeron metales preciosos, pero estos estaban reservados para los sectores sociales más adinerados. En la actualidad, PAAR realiza argollas de matrimonio en plata .925, oro y platino, siendo estas últimas las más duraderas debido a su resistencia a golpes y rayones. PAAR elabora argollas en oro de 10, 14 o 18 quilates en diversos tonos (amarillo, blanco y rosado). El equipo también fomenta el reciclaje de metales. Lxs clientxs pueden llevar piezas de oro, plata o platino para reciclar y crear esta importante y significativa pieza. También se pueden reutilizar gemas como diamantes, zafiros, esmeraldas, rubíes, entre otros, para hacer una pieza nueva y única.


Keep it personal…
Para el equipo de PAAR, cada joya cuenta una historia y representa momentos especiales en la vida de las personas. Por eso, la firma ofrece joyería fina personalizada y trabaja en colaboración con las parejas para crear diseños únicos, que también pueden ser grabados con frases, palabras, fechas: pueden llevar incrustaciones de gemas, por ejemplo, las piedras de nacimiento del cónyuge; y diferentes acabados (brillante, mate o ambos), además de diferentes grosores, lo que permite que sean realmente únicas.


Hechas 100% a mano en la Ciudad de México
Todas las argollas de PAAR son 100% hechas a mano en la Ciudad de México. “Valoramos y apoyamos a los orfebres mexicanos y su tradición artesanal que se transmite de generación en generación”, explica Paulina Villalpando, creadora de PAAR. “Cada pieza es única y lleva consigo el amor y la pasión de quienes las crean”.Comprar argollas hechas a mano es una inversión en productos más conscientes, exclusivos, de alta calidad y durabilidad. Además, brindan una experiencia de compra significativa y apoyan la preservación de la tradición artesanal mexicana. “En PAAR, nuestra misión es fusionar la belleza, la sostenibilidad y el arte para crear argollas de matrimonio que trascienden el tiempo.” Nos cuenta Paulina, la creadora de la marca.
¿Aún dudas de por qué apostar por una pieza hecha a mano? Estas son 6 razones por las que apostar por lo artesanal:

1) SON MÁS SUSTENTABLES
El trabajo hecho a mano necesita menos recursos que la fabricación en masa. Esto todavía más, cuando la mercancía es producida en otros países y necesita enviarse internacionalmente para llegar al consumidor. La opción de reutilización de gemas y el reciclaje de metales también resulta atractiva económicamente para lxs clientes ya que se utiliza menos materia prima nueva.
2) CREAN EMPLEOS
Es mejor gastar tu dinero en productos artesanales porque así estarás dando empleo a talentosos orfebres mexicanxs.
3) SON EXCLUSIVOS, DE MAYOR CALIDAD Y DURABILIDAD
Actualmente valoramos cada vez más los productos artesanales no sólo por ser más auténticos, sino porque son hechos por personas calificadas que eligen materiales de alta calidad y ponen un cuidado especial en cada una de las etapas de producción de sus piezas.
4) OFRECEN UNA MEJOR EXPERIENCIA DE COMPRA
En tiempos de masificación lo hecho a mano nos aporta una experiencia más agradable de compra porque el producto tiene una backstory, osea una historia auténtica con un talento real, esfuerzo, dedicación e inspiración de cada pieza.
5) SON ÚNICOS
Una de las razones más frecuentes por la cual la gente prefiere comprar productos hechos a mano es porque no son del “montón”, ni se pueden ver en todas partes. Y aunque salgan de un patrón común/clásico, cada pieza lleva el sello y estilo personal del creador y la convertirá en un producto más especial.