El actor tuvo que recordar los tristes y amargos momentos en lo que su hijo murió en su casa de campo.
Esto se debe a que Travolta es el testigo en el juicio de dos personas -el paramédico Tarino Lightbourne y la ex senadora de las Bahamas Pleasant Bridgewater- acusados de tratar de extorsionarle 25 millones de dólares.
John Travolta dijo el miércoles que intentó desesperadamente salvar la vida de su hijo, quien era propenso a convulsiones y sufría de autismo, al declarar contra dos personas acusadas de intentar extorsionarlo con información personal sobre sus esfuerzos por salvar al muchacho.
Ante los ojos de su esposa, la actriz Kelly Preston, en el juzgado de Nassau, Travolta dijo que intentó salvar a su hijo mediante masaje cardíaco externo luego que una niñera lo alertó que el adolescente había enfermado en la casa vacacional de la familia en la isla Grand Bahama. Jett Travolta, quien padecía una enfermedad crónica, murió en medio de convulsiones.
«Corrí abajo con mi esposa para ayudar a mi hijo», expresó el actor.
En su declaración, Travolta dijo que la niñera los despertó a él y a Preston alrededor de las 10:15 del 2 de enero, el día de la muerte de Jett.
Relató que cuando bajaron las escaleras, otra persona que cuidaba de su hijo le estaba haciendo masajes de pecho y que él comenzó a darle respiración de boca a boca para ayudar.
Travolta dijo que Jett, de 16 años, era autista y que sufría de convulsiones cada cinco a 10 días.
Indicó que las convulsiones le duraban entre 45 segundos y un minuto y que Jett solía dormir por 12 horas después de cada una.
«Era autista. Sufría de un trastorno convulsivo», dijo Travolta al jurado cuándo le preguntaron sobre la condición de su hijo.