La mirada acerada del águila y la relojería de alta frecuencia. La comodidad del titanio y la fuerza de un cronómetro elegante. Chopard combina precisión, estilo y deportividad en el nuevo modelo Alpine Eagle Cadence 8HF. Producido en una edición limitada de únicamente 250 ejemplares, este reloj excepcional de 41 mm de diámetro alberga uno de los movimientos más avanzados de los talleres Chopard. Lo cierto es que el movimiento de escape de alta frecuencia 01.12-C que lo equipa alcanza su altura de crucero a 57 600 alternancias por hora (8Hz).
Desde su lanzamiento en 2019 la colección Alpine Eagle ha superado todas las expectativas. Hoy Chopard la completa con el modelo Alpine Eagle Cadence 8HF. Un reloj de 41 mm de diámetro, de un grosor limitado a solo 9,75 mm, ligero y muy resistente – gracias al uso del titanio – y dotado de un calibre extraordinario. Late a la excepcional frecuencia de 8 Hercios, es decir, dos veces más rápido que un movimiento automático estándar.
Esta prestación no es un mero detalle técnico, sino que se trata de una característica esencial porque esta alta frecuencia se ha puesto al servicio de una precisión extrema sin sacrificar ningún atributo de comodidad. El Alpine Eagle Cadence 8HF posee al mismo tiempo un peso reducido, una reserva de la marcha cómoda y práctica de 60 horas y el certificado ‘Cronómetro’ concedido por el Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC).
Los detalles esenciales
A primera vista es difícil distinguir el modelo Alpine Eagle Cadence 8HF de un Alpine Eagle Large de Lucent Steel A223. No obstante, las similitudes son muchas. Aunque el diámetro de 41 mm ya existía en la colección, hasta ahora los Alpine Eagle se fabricaban en Lucent Steel A223, una aleación propia de Chopard, o bien en oro ético, o en una combinación de los dos. Por su parte, el modelo Alpine Eagle Cadence 8HF está íntegramente realizado en titanio. Aunque el Lucent Steel A223 es brillante, duro y particularmente agradable al tacto, el titanio se distingue por su mayor ligereza y un tono más oscuro.
Los códigos del diseño del Alpine Eagle siempre están presentes. El bisel y la carrura son satinados, como también lo son los grandes eslabones de la correa. Su pieza central está pulida, al igual que los chaflanes de la caja y los ocho tornillos, cuyas hendiduras son tangentes al aro del bisel.
La esfera del Alpine Eagle Cadence 8HF está marcada por el motivo denominado «iris de águila», homenaje directo a la vista penetrante de las majestuosas rapaces que han inspirado la colección. Sin embargo, su color difiere del resto de la colección porque está patinado a mano. Por eso cada ejemplar posee un tono único. Su color Gris de Vals está inspirado en el pueblo del mismo nombre, situado en el cantón suizo de los Grisones, conocido por las tejas de cuarcita de los tejados de sus casas.
La minutería se ha depurado para conservar únicamente unos índices de bastón y el 12 en números romanos. Pero, sobre todo, en la esfera destacan dos inscripciones únicas. Bajo el nombre Chopard aparece la mención «8 HZ Chronometer» y, más abajo, sobre la esfera se encuentra un logo dinámico en forma de flecha que es el distintivo único de los relojes Chopard de alta frecuencia. Esta excepcional característica también está inscrita sobre el fondo de cristal de zafiro que desvela un calibre de 57 600 alternancias por hora.
La rareza de un movimiento de alta frecuencia.
La alta frecuencia mejora la cronometría, un asunto al que es especialmente sensible Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard. Aunque los golpes formen parte de la vida del reloj no dejan de perturbar las oscilaciones del volante. Pero, por un efecto de estadística, cuanto más rápido late, menos efecto tiene cada uno de los golpes sobre la marcha media. Esta alta frecuencia también es una alta velocidad, lo que implica una recuperación rápida de la marcha isocrónica.
En 2012, Chopard volvía a convertirse en pionero al comercializar una serie completa de relojes con un movimiento de alta frecuencia certificado ‘Cronómetro’. Gracias al laboratorio relojero que constituye Chopard Manufacture, la colección L.U.C ya se había enriquecido con el calibre L.U.C 01.06-L equipando a una serie experimental de 100 relojes L.U.C 8HF de titanio, un modelo que se ha convertido en una auténtica pieza de colección. Desde entonces, el calibre, cuya realización compleja solo permite algunas producciones limitadas, se ha versionado en una segunda serie exclusiva con el reloj L.U.C 8HF Power Control de cerámica negra y titanio Diamond-Like-Carbon (DLC) dotado del movimiento L.U.C 01.09-L, antes de hacer latir a una edición de relojes Superfast Power Control Porsche 919 HF con el movimiento 01.11-M.
Tras haber dispersado su precisión a través de las colecciones de Alta Relojería L.U.C y en las líneas deportivas Superfast, el movimiento de alta frecuencia de Chopard evoluciona en una nueva versión que toma su puesto en el seno de la colección Alpine Eagle, gracias al Chopard 01.12-C, movimiento automático con rotor central. Más técnico y complejo de producir que un movimiento de escape clásico, va a equipar a los 250 ejemplares numerados del Alpine Eagle Cadence 8HF que van a salir de los talleres de relojería de la Casa. Como sus predecesores, su precisión extraordinaria ha sido certificada por el COSC.
La proeza y el material
Para aprovechar esta frecuencia de 8 Hercios Chopard ha recurrido a las propiedades del silicio monocristalino. Este material es ligero y autolubricante. Constituye el áncora, el escape del áncora y la clavija de platillo. Es decir, todos los componentes que sufren una fricción fuerte, que aquí se reduce al mínimo. Así desaparece la necesidad de tener que recurrir a los lubricantes tradicionales de la relojería, lo que garantiza la longevidad del movimiento.
La ligereza del silicio, sus propiedades tribológicas y la libertad que ofrece su tecnología de fabricación han permitido a Chopard desarrollar un escape dedicado a las altas frecuencias sin aumento del consumo de energía.
De este modo el calibre Chopard 01.12-C presenta una reserva de la marcha de 60 horas. Esta autonomía tan destacada generalmente es incompatible con las altas frecuencias. Los esfuerzos de desarrollo de los talleres de relojería de la Manufacture, varias patentes y las tecnologías empleadas han permitido conciliar unos objetivos aparentemente contradictorios: cronometría, autonomía y fiabilidad. Al incluir el estilo sport-chic inimitable del Alpine Eagle, este reloj de alta frecuencia accede al círculo restringido de los cronómetros de excepción.
La colección Alpine Eagle: la reinterpretación de un icono
Imaginada por tres generaciones de hombres de la familia Scheufele, la colección Alpine Eagle reinterpreta con modernidad el reloj St. Moritz, la primera creación relojera que llevó a cabo Karl-Friedrich Scheufele a finales de los años 1970. Con su diseño puro y de gran personalidad, el Alpine Eagle añade a esta tradición una fuerte inspiración en la naturaleza. Una caja redonda con flancos en relieve estilizados, un material exclusivo de Chopard (el Lucent Steel A223), una corona grabada con la rosa de los vientos, un bisel con ocho tornillos funcionales indexados, una esfera con textura de tonos oscuros y con las indicaciones luminiscentes, un segundero central en forma de pluma de águila: el Alpine Eagle posee un estilo decididamente contemporáneo de una elegancia cuidada.