El juego en la vida de un ser humano es una parte crucial para su crecimiento. De niño, de joven o de adulto, el juego es un placer que debe permanecer en nuestras vidas, es muy importante que incluyamos esta actividad en nuestro tiempo.
1.- Cuando nacemos lo único que hacemos es dormir, comer y jugar.
2.- A los 3 años, los niños se desprenden más de la madre y el juego es la manera en la que ellos crecen y se apropian del mundo, ellos construyen con el juego su propia historia, en el juego aprenden a resolver problemas, a expresar sus sentimientos y comenzar a sentirse individuos.
3.- El juego no sólo es tener dónde o con qué jugar, el juego está en la mente y en la imaginación, una cualidad que poco a poco se pierde con el tiempo.
4.- No hay ningún niño que no haya jugado, pero si hubo niños que jugaron menos que otros.
5.- Los niños que jugaron “poco” no desarrollaron las habilidades del factor de crecimiento y habilidad.
6.- La modernidad y los juguetes tecnológicos impiden el juego de manera natural en los niños, esto es imaginar, aprender, disfrutar y conectarse con diferentes alternativas de juego, no sólo con una televisión.
7.- El adulto nunca deja de jugar, sin embargo esta actividad se convierte en la última de las prioridades.
8.- A los adultos les gusta aprender a través del juego, están tan acostumbrados a aprender que esta forma les resulta muy atractiva.
9.- Un padre es responsable de que un niño tenga tiempo para jugar, esto incluye tiempo para interactuar en juego con los padres.
10.- El juego jamás deja de estar presente en la vida de un ser humano, incluso los animales juegan hasta el final, por desgracia el ser humano no ha tomado en cuenta la importancia que implica el juego en su vida, actualmente Papalote • Museo del Niño cuenta con muchas actividades que ayudan a incentivar el juego.
Simplemente asistir a este tipo de espacios hace que el ser humano se reconcilie con el juego y por ende con su crecimiento intelectual, físico y emocional.
Fuente: Maestra Victoria Gaxiola de Papalote • Museo del niño