La vida en los viñedos tiene varios ciclos, y es justamente en este ciclo de vida, que el inicio se da en estos primeros meses del año, donde la poda, la primera etapa en la creación del vino comienza en el Valle de Guadalupe a cargo de Alberto Verdeja, WineMaker de Bodegas Domecq quién de manera remota nos llevó a un hermoso viaje por su terruño.
La tecnología nos acerca en estos tiempos de confinamiento a vivir experiencias maravillosas con personas tan comprometidas con su trabajo como lo es Alberto Verdeja, Winemaker de Bodegas Domecq, quién desde El Valle de Guadalupe, en una tarde nublada nos llevo en un viaje hasta este terruño maravilloso que duerme y que en unos meses estará pleno de vida y uvas que serán usadas por el equipo de Domecq para crear vinos exquisitos.
Aurelie Skorupta, Brand Manager vinos Casa Pedro Domecq, quién siempre con una gran sonrisa presenta los increíbles proyectos de esta icónica bodega de vinos mexicanas dió la bienvenida al grupo de periodistas que fuimos convocados para este maravilloso viaje virtual.
Alberto Verdeja nos recibe desde la tierra que ha dado un gran renombre a México en el mundo del vino a nivel mundial. Al comenzar la charla el winemaker nos dice: “Hoy estamos bien de salud gracias a Dios, es un gran placer poder mostrarles hoy lo que tengo atrás, esta tierra maravillosa. Quiero ir caminando con ustedes tanto de manera virtual como en el tiempo ya que a lo largo del año iremos teniendo estos encuentros ahora virtuales y esperemos más adelante de manera presencial iniciando esta bonita travesía que es el 2021“.
“Estas viñas que ven ustedes tienen 50 años de edad. Esta bodega está montada en un lugar que se eligió hace muchos años“, y leyendo sobre la historia de esta exitosa compañía fue en el año 1961 cuando es concretado el proyecto vino Valle de Calfia. “En esta época, continua Alberto, todavía se ve el sarmiento, de donde salió la uva, en esta pequeña rama se encuentra toda la energía que utiliza la planta para crecer. Ahora se ve seca, muerta, pero por dentro tiene savia en sus venas corre vida, junto con los nutrientes que en pocos meses la convertirán en una hermosa planta. Para que comience a crecer y se rejuvenezca hacemos cortes que son necesarios para su crecimiento, es un proceso manual totalmente. Así vamos guiando la planta que puede vivir 100 años. Un viñedo comercial trata de sacarle provecho hasta 30 años, con una muy calidad, per en este tiempo hay sarmiento, plagas, salinidad y otros factores negativos tienen que ser erradicados, es un gran trabajo.“ Que belleza que Alberto con una pasión total nos platique sobre la vida de la vid.
Los vinos que expresan totalmente el terroir en el que crecen son muy importantes siendo el clima un factor determinante. “Necesitamos frío por debajo de los diez grados para que la planta este cómoda y duerma. La planta tiene que cumplir una cuota de horas frío, todo tiene un ciclo perfecto. Habitualmente se usan espalderas en esta zona y lo aprovechamos, la conducción ayuda a que se sombreen los racimos y que el sol no queme los precursores aromáticos de la planta“, Que belleza, las plantas se cuidan, hacen sombra, se protegen.
Al preguntarle sobre la producción Alberto nos platica que por 100 hectáreas hay una producción de 100 mil cajas de vino.
“Este viñedo lo utilizo para cuestiones muy singulares, la uva que crece aquí es muy particular. Estoy trabajando en proyectos especiales que ya probaremos pronto. En el tiempo se van seleccionando vinos y se guardan añadas para poder hacer catas verticales así como también catas horizontales para comparar las añadas nuestras con las de otros productores. La pasión de la bodega es poseer la facultad en poder definir hacia donde va el viñedo. Tomar de la mano a un ser vivo, a estas plantas hermosas es una belleza y es el trabajo que me apasiona.
¿Hacia donde van los vinos de Domecq? ¿Hacia donde van las tendencias? Aurelie nos comenta: “El año pasado se lanzaron nuevos vinos, vinos monovarietales que son una gran novedad en el portafolio. En dos meses tendremos Rosado. Se toman en cuenta las tendencias. Cada vez como el buen vino, Alberto se mejora con el tiempo. Hay estilos variados diversos momentos de consumo. Tener marcas que van dirigidas a diferentes tipos de consumidores es trabajo apasionante para todos los que formamos esta la familia Domecq“.
Para terminar Alberto apunta: “Tenemos que reflejar la mexicaneidad, muchos no nos reconocen aún pero hay grandes ejemplos de vinos mexicanos que se están lanzando al mercado. Los gustos del consumidor están entendiendo cada vez más de vino, lo cual me da muchísima alegría. Hay que expresar lo que es el terroir. La unión de la variedad mas el clima, dará vinos que deberán ser muy atractivos que estén en grandes lugares y que representen a nuestro país. Vinos vivos, con un balance perfecto“.
Gracias Aurelie, gracias Alberto y feliz cumpleaños queridísimo Lorenzo Ruiz. ¡Salud¡