- Con el objetivo de contribuir a la reactivación del panorama cultural nacional CICLO Arte para todos, inaugura este 28 de noviembre su más reciente iniciativa: Galileo 92.
- Galileo 92 es un espacio temporal multidisciplinar que se irá activando mensualmente. Su programación inicia con dos proyectos artísticos: el consultorio y jardín Pandemia de la artista Cristina Ochoa y la exposición Yo me iré y los pájaros seguirán cantando del artista Filogonio Naxín.
- Spandemia surge de la necesidad de generar espacios para el encuentro en las condiciones actuales de contingencia. Es un espacio de cuidado mutuo, hecho a partir de una investigación sobre los usos medicinales y rituales de las plantas.
- La exposición Yo me iré y los pájaros seguirán cantando es una honda reflexión sobre la vida, el inevitable paso del tiempo y lo que sobrevivirá al ser humano tras su posible extinción. Presenta más de 50 obras en diversos medios y formatos, así como dos murales hechos exprofeso.
Galileo 92 es un espacio temporal multidisciplinar que surge en colaboración con Andrea Paasch para dar continuidad a las iniciativas de CICLO Arte para todos y, gracias a la colaboración de Re Urbano, en esta ocasión reafirma su compromiso en contribuir a los esfuerzos por reactivar el panorama cultural nacional tras las consecuencias de la pandemia y la crisis mundial que las instituciones y agentes culturales enfrentamos.
Galileo 92 es un edificio de tres plantas ubicado en Polanco, se irá activando paulatinamente siguiendo la arquitectura del lugar. El primer espacio en inaugurar es la planta baja que se convertirá a partir del 28 de noviembre en galería de exposiciones y además albergará un consultorio y jardín.
Para esta primera fase de activación del lugar, CICLO invitó a colaborar a la artista Cristina Ochoa, quien ha estado realizando una exhaustiva investigación artística sobre los usos medicinales y rituales de las plantas a través de su proyecto PHARMAKON. Para Galileo 92, creó el proyecto Spandemia, una intervención de sitio específico que consta de dos áreas en constante circulación y que busca generar la limpieza del aire por medio de la vaporización de plantas curativas.
El primer cuarto o consultorio está dividido por dos telas de algodón suspendidas impregnadas al vapor con plantas medicinales. Hay también un espacio para relajarse y un armario en el que se guardan diversas preparaciones, aceites, ungüentos, tinturas y semillas que la artista pondrá a disposición del público. Se tendrán en exhibición además herbarios, dibujos, plantas y otras telas tinturadas.
El otro espacio de esta intervención es un jardín al fondo en el que se conserva una fitolaca, planta medicinal que erróneamente es considerada plaga y que fue encontrada en el edificio. Con esta planta se tiñeron las telas suspendidas en el muro. En este mismo espacio hay un fogón con una olla de barro en donde se realizan preparaciones, vaporizaciones, teñidos y tinturas durante el tiempo que permanezca la intervención.
Para el espacio expositivo de la planta baja, CICLO invitó al artista Filogonio Naxín quien presenta 54 piezas de distintas series, además de dos murales hechos ex profeso para la exposición titulada Yo me iré y los pájaros seguirán cantando. El trabajo de Filogonio abarca diversas técnicas tales como collage, acrílico, óleo, acuarela, tinta china y mono tipo. En su obra, el artista integra la flora y fauna de su natal Mazatlán Villa de Flores, Oaxaca. Sus personajes recurrentes que por lo general son zoomorfos representan una cosmogonía construida por el mismo artista.
La frase y título de la exposición Yo me iré y los pájaros seguirán cantando es una referencia al poema “El viaje definitivo” de Juan Ramón Jiménez y alude, al igual que el poema, a la continuidad de la vida en el mundo, tras nuestra muerte y desaparición. Varias de las obras incluidas en la exposición son una reflexión de la manera en que está cambiando la tierra a causa de las prácticas de consumo y de habitar del ser humano y el hecho de que a pesar de que estamos presenciando la destrucción de ecosistemas completos y la extinción de especies, pensamos que como especie vamos a prevalecer, cuando en verdad si se extingue la especie humana, la vida en el planeta continúa y nos sobrevive.
Andrea Paasch estuvo a cargo de la curaduría de la exposición.