Cruz de Alba es una bodega boutique situada en la milla de oro de Ribera de Duero, en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), que comenzó su primera elaboración en 2003. Su enólogo, Sergio Ávila, elabora de forma artesanal vinos singulares y únicos, que se caracterizan por el respeto a la naturaleza, siguiendo los más estrictos principios de la agricultura biodinámica y agrohomeopatía.
Los vinos de Cruz de Alba nacen de la naturaleza, escuchando sus necesidades, entendiéndolas y respetándolas. Un cuidado que se traduce en un cultivo sostenible, reivindicando los valores del terroir y con una mínima intervención en la tierra para obtener un resultado óptimo y natural en los vinos.
Los mexicanos apasionados al vino ahora podrán adquirir y disfrutar en su propio país Cruz de Alba Crianza, un vino de limitada producción en la que cada botella está numerada. La uva se recoge a mano y se fermenta en depósitos pequeños con labores de bazuqueo manual, envejeciendo después en barricas de roble francés durante 15 meses siguiendo la técnica de “tercios”: 1/3 del vino en barricas de 2° uso, 1/3 en barricas de 1° uso y 1/3 en barrica nueva.
Tras el embotellado el vino permanece entre 8 y 10 meses en la botella. El resultado es un vino de perfil afrutado, moderno, que condensa la excelencia de la Ribera del Duero (considerada la mejor y más prestigiosa zona de viñedo de toda la DO) con el sello personal de Cruz de Alba.
Crianza tiene un color intenso y profundo. Aromas afrutados y maduros, con notas de monte y balsámicos. Contiene un toque de madera limpio, armónico e integrado y una sensación mineral. Posee un sabor fresco, una sensación vínica con un paso sedoso, cálido y agradable y un final largo y persistente. Ideal para acompañar tapas y picoteo ligero de carnes ahumadas, carpaccio de ternera o quesos blandos.
Cruz de Alba cuenta con 40 hectáreas de un viñedo singular, denominado finca Los Hoyales, situado en Padilla de Duero, a una altura de 700 metros de altitud. Unos viñedos con una localización única y unas condiciones inmejorables para la producción de vinos de excelencia, donde pueden encontrarse diferentes plantaciones de Tempranillo desde los 15 a los 64 años de edad.