Sean Scully es uno de los artistas abstractos vivos más importantes en el mundo, y es todo un honor que esta gran figura presente en nuestro país una serie de esculturas monumentales en La Cuadra, en el Estado de México.
Desde el 7 de febrero y hasta el 24 de marzo durante la semana de arte en México, se exhibirá por primera vez en Latinoamérica las recientes esculturas monumentales de Sean Scully, uno de los artistas abstractos más importantes del mundo, en los espacios internos y externos de la Cuadra, el icónico monumento modernista de Luis Barragán en el municipio de Atizapán en el Estado de México, en la que será la primera exposición en San Cristóbal titulada: ‘Sean Scully – San Cristóbal’.
Scully fue nominado para el premio Turner en 1989 y en 1993. Ha expuesto ampliamente por toda Europa y los Estados Unidos, con presencia en algunos de los museos más importantes del mundo, incluyendo el Museo Metropolitana de Arte, el Museo de Arte Moderno de NY, y el Museo Solomon R. Guggenheim, de Nueva York, la Galería Nacional de Arte, y el fabuloso Smithsonian entre otros muchos.
Actualmente Scully vive y trabaja entre Nueva York, Barcelona y Munich, donde ejerció de profesor en la academia de bellas artes.
La cuadra fue construida entre 1966 y 1968, como un complejo ecuestre y residencial, la propiedad todavía está ocupada por la familia Egeorstrom para quien fue construida. Esta será la primera vez que las esculturas de Sean Scully se exhibirán en América Latina y estas incluirán las monumentales cajas de acero COR-TEN de cincuenta pies de largo, «Boxes of Air», así como esculturas apiladas tanto en COR-TEN como en metal pintado. El proyecto fue curado por Oscar Humphiries con el apoyo de la galería inglesa Blain Southern.
‘Sean Scully – San Cristóbal’ presenta el trabajo de Sean Scully, uno de los artistas abstractos más importantes del mundo, en el icónico monumento modernista de Luis Barragán, Cuadra San Cristóbal. Las geometrías dramáticas y alargadas y los poderosos colores vistos en San Cristóbal representan el vértice del «período alto» de Barragán (desde finales de 1940 hasta mediados de los 70) y forman un telón de fondo apropiado para las esculturas poderosas y emotivas de Sean Scully.