Hace mucho que el actor francés Gérard Depardieu, célebre por su interpretación de Cyrano de Bergerac, le dedica más tiempo a sus viñedos que a su carrera artística. «¿Mi pasión por el vino? Viene de incluso antes de haber nacido. Creo que hasta el líquido amniótico de mi madre estaba hecho de vino», confió Depardieu en una entrevista publicada por el diario español El Mundo.
Con su socio, el reconocido enólogo Bernard Magrez, al que llama «su padre espiritual», se lanzó a elaborar vino más allá de Francia, en distintos países del mundo, con producciones a pequeña escala, de no más de 10 hectáreas. En la Argentina elaboran un Malbec, La Bienvenida, en una finca de 2,3 hectáreas ubicadas en Perdriel, provincia de Mendoza. Allí, en vides que tienen 50 años de edad, producen 4.000 botellas destinadas a la exportación.
«Producir en la Argentina es difícil, hace ya 8 años que estamos allí y ya tuvimos granizo al 100% 3 veces. En 2005, justo antes de la vendimia, cayó un granizo tan fuerte que arrancó las vides y en una hora parecía como si estuviéramos en invierno, todo escarchado», contó Magrez en su sitio web.
La Bienvenida 2003 fue considerado el año pasado como uno de los 100 mejores vinos del mundo por la revista especializada Wine Enthusiast.