Salvatore Ferragamo hizo gala, una vez más, de los mejores códigos y tradiciones del vestir masculino, creando un lienzo blanco magistralmente sartorial, presentando en la Semana de la Moda de Milán su colección otoño-invierno 2016/2017.
Sobre él aplicó un rico tapiz de tejidos, colores, motivos, texturas y volúmenes, creando algo nuevo e inesperado, fresco y vibrante, una colección de lujo que ofrece una colisión de mundos, expresando las complejidades e idiosincrasias del hombre moderno.
Creada por el director creativo Massimiliano Gionertti, mezcla formalidad y arte en los zapatos, con pintura-salpicada de Andy Warhol, anunciando el punto de partida de los clásicos Ferragamo Oxfords.
Los trajes sartoriales en angora británica y lana italiana, en espiguilla, pata de gallo y cuadros Príncipe de Gales, combinan con tejidos de punto cashemere, camisas de seda y pañuelos o bufandas en colores y estampados impresos.
Las chamarras tipo aviador, algunos parches en lana de oveja y nylon japonés, tejidos en Jacquard blanco y negro, cuellos con piel de oveja y colores canela forman parte de la colección.
Los Oxfords en piel o gamuza, forrados con piel de oveja en el interior, se mezclan con botines y bolsas de viaje en gamuza o lana, en una colección diseñada para armarse, deconstruirse y personalizarse de acuerdo a cada personalidad y estilo de vida.