Hace un año era lanzada en México la creación de Lladró, homenajeando a la Virgen de Guadalupe, un proceso llevado a cabo en los talleres de la firma en Valencia, España.
En esta ocasión, la maison reitera su compromiso con los mexicanos y su devoción por su imagen, creando una nueva serie limitada a 500 piezas, que se encuentra a la venta en tiendas El Palacio de Hierro, de cuya venta se donará un porcentaje para contribuir a la labor de mantenimiento de los oficios artesanales mexicanos que realiza la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular (AAMAP).
Lladró ha empleado los colores más vivos de su paleta aplicando técnicas decorativas antiguas y laboriosas, con un azul intenso en el manto, el rojo vibrante del aura, los toques mágicos de lustre de oro y platino, el gesto dulce y majestuoso de la guadalupana.
Un reto creativo para los artistas de la marca, que no han olvidado las rosas que Juan Diego recogiera en su ayate en el árido cerro del Tepeyac, hechas y pintadas a mano, pétalo a pétalo, como todas las flores Lladró.
Además, los artistas de Lladró han elaborado una litofanía decorada con la imagen de la Santísima Virgen, que al ser iluminada deja ver los grabados en la superficie emitiendo una luz cálida y acogedora que resalta el gesto dulce y majestuoso de la guadalupana.