El Cairo está siempre en movimiento, el tránsito es prácticamente continuo todo el día, los claxon se escuchan como melodía inseparable de la metrópoli, y sin embargo encontramos un lujoso santuario dentro del hotel Four Seasons Nile Plaza.
Olvidando el caos y la vida apresurada, el Spa acoge a los clientes, invitándolos a “dejar el paso frenético de la ciudad por detrás”. Con más de diez cuartos de masaje, facilidades separadas para hombre y mujer pero contando con una suite de pareja, el Spa del Four Seasons Nile Plaza se enlista como una de las mejores de la ciudad.
El Spa tiene un servicio muy personalizado, haciendo la experiencia de relajación verdaderamente única. En adición a su excelente servicio, el Spa cuenta con un menú variado de opciones de tratamientos faciales, corporales o masajes a manos de especialistas. Como base la mayoría de los masajes utilizan métodos tradicionales y regionales de relajación e incluyen lo mas novedoso en escala internacional, creando así una mezcla ideal de métodos antiguos con conocimiento moderno.
Aunque uno de los medios de transporte mas utilizados en el Cairo es el coche particular, hay mucho por ver caminando. Siguiendo el ritmo acelerado de la ciudad, añadiendo el calor y el impacto que sin duda todo viajero experimentará al ver las grandezas arqueológicas, los días en el Cairo pueden resultar agotantes incluso para el turista mas aventurero. Es por eso que los masajes comienzan con el ritual para quitar tensión en los pies, garantizando una relajación mas profunda y duradera.
Incluso si Cairo ha sido urbanizado de tal manera que el desierto ya no penetra en la ciudad, el clima caluroso y seco sí afecta la piel. El Spa ofrece varios productos a base del ‘mágico’ aceite de sándalo que ayuda a re-humectar la piel y que además cuenta con propiedades antiinflamatorias, antidepresivas y relajantes.
A mí me ofrecieron uno de los masajes signatura de este Four Seasons, el “aroma sensory massage”, que es un nuevo enfoque a los masajes con aroma terapia. Para restaurar el equilibrio, se utilizan los cuatro elementos bases de tierra, agua, aire y fuego; que son acompañados con un aroma y aceite especifico, mismos que el cliente puede escoger para su masaje según su estar. Yo escogí el elemento de aire que tenía esencia base de bergamota.
Empezando – como en todos sus masajes – con los pies, inmediatamente se siente el alivio. De ahí va subiendo por el cuerpo, enfocándose en puntos de tensión y en pequeños nudos que se vayan encontrando. Tratan y relajan literalmente de pie a cabeza.
El aceite, sin embargo, no es grasoso. Normalmente después de un masaje no puedo esperar a bañarme porque me siento demasiado resbalosa, pero el aceite utilizado se absorbe rápido en la piel y así garantiza un humectación profunda (misma que la piel agradece tras un día de estar explorando en el Cairo). Es así como se relaja el cuerpo, descansan los pies, se regenera la piel, y el pelo retoma su brillo normal.
Atendidos por manos expertas y tratados con los mejores productos en el mercado, no cabe duda que incluso Cleopatra amaría ser consentida por el Spa del Four Seasons Cairo.