A pesar de que su aparición en escena se remonta apenas al año 2014 en la Baseworld, la feria de relojes más importante del mundo, Le Rhöne se ha transformado en todo un símbolo de la alta relojería deportiva, inspirándose en los coches deportivos americanos de los años ´60.
Con estilo glamour vintage, combina lujo y excelencia para ofrecer joyas cono el nuevo «Road Racer», un reloj inspirado en el Chevrolet Camaro SS 1969, que conjuga la tecnología de avanzada con la estética del legendario auto estadounidense, con toques de la agresividad del V8.
Así, sus cronógrafos recuerdan los míticos salpicaderos y las manecilla evocan los radios metálicos del volante, además de rememorar los faros del icónico Camaro en su esfera vertical con grabado.
Grandes diseñadores de manufactura aportaron su talento para hacer del «Road Racer» un reloj lujoso, desarrollado con una especie de escudo protector que reduce los efectos de los campos magnéticos que afectan a los relojes mecánicos.
Dubois-Depraz, firma con 115 años de historia en módulos de cronógrafos, aporta su movimiento 2017 y SoProd la base A10, mientras que su masa oscilante customizada se aprecia gracias a la parte trasera abierta.
La decoración contó también con el aporte de la casa suiza Multicuris, diseñando las innovadoras correas, mientras que la también ginebrina AcTech aportó los acabados.
Sin embargo, cada uno de los 69 modelos fabricados del «Road Racer» ofrece su mejor tesoro en sus entrañas, ya que cuenta con incrustaciones en pequeños lingotes de un motor original del Camaro SS 1969, uno de los pocos que se conservaron en el mundo.