El Museo de la Ciudad de México abrió sus puertas para recibir el trabajo de cuatro artistas con una sólida trayectoria en la plástica mexicana.
Se trata de las exposiciones Cuerpos habitados de Eugenia Chellet; Sursum corda de Guillermo Arreola; Arrabales de una vida de Guillermo Scully y Los rostros de la llama de Luis López Loza.
La artista mexicana Eugenia Chellet, reconocida por su trayectoria en el performance, presenta obra inédita de ocho fotomontajes de gran formato y un video-performance hecho ex profeso para rendir homenaje a Francisco Goya.
En el video-performance, Chellet se reencarna en La Maja que se viste y desnuda a voluntad, atravesando la historia del arte occidental frente a los ojos del espectador.
La muestra Sursum corda se integra de la obra multidisciplinaria que el artista Guillermo Arreola produjo durante diez años. En total consta de 42 piezas: 39 de óleo sobre tela, una fotografía, una instalación de audio y una video-proyección de dibujos digitales.
Es una co-curaduría en la que intervienen el propio Arreola, así como los colaboradores del museo Josué Ramírez y Antonio Cortés. Asimismo, las obras que plasman las emociones de la verdadera condición humana son acompañadas por textos de la autoría de Guillermo Arreola.
Curada por la hija del artista, Helena Scully Gargallo, de 20 años de edad, la exposición Arrabales de una vida es una retrospectiva de la obra pictórica del capitalino Guillermo Scully, en homenaje a su cuarto aniversario luctuoso.
Está conformada principalmente por obra pictórica en la que es recurrente el movimiento, plasmado en temas como el baile, la música, la caminata o el nado.
Además, la muestra incluye objetos, documentos y fotografías personales, bocetos, dibujos, textos y parte del trabajo que realizó para ilustrar libros y otras colaboraciones editoriales.
La poesía de diversos autores inspiró la gráfica del pintor, escultor y académico mexicano Luis López Loza, quien para Rostros de la llama, presenta series que comprenden ocho carpetas, entre las que hay dos libros de artista y 33 grabados de mediano y gran formato, realizados en técnicas de buril, messotinta, aguatinta y mixtos con temas abstractos relacionados a textos poéticos y literarios.
Según el artista, la mayor parte de la exposición es el impacto que le han producido varios escritores. Dio a conocer que inició por Eunice Odio, después siguieron los poemas del griego Constantino Petrou Cavafis, así como los versos de Malcolm Lowry, Juan Carlos Quiroz y Efraín Bartolomé. Mientras que el poeta Francisco Hernández tiene un lugar muy especial, pues realizó la introducción para una de las series de grabados.
Las exposiciones Cuerpos habitados de Eugenia Chellet; Sursum corda de Guillermo Arreola, Arrabales de una vida de Guillermo Scully, y Los rostros de la llama de Luis López Loza se encuentran en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico).