El 15 de enero de 1929 nacía Martin Luther King, activista por los derechos civiles de los afroamericanos estadounidenses y Premio Nobel de la Paz en 1964.
Predicador de la No Violencia, protagonizó y organizó varias manifestaciones para pedir el voto, la no discriminación y otros derechos civiles básicos para la gente negra de los Estados Unidos, siendo recordada la famosa Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, en agosto de 1963.
Aquí lo recordamos a través de algunas de sus frases más celebradas:
«Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas».
«Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos».
«Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto».
«Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol».
«Da el primer paso con fe. No tienes por que ver toda la escalera. Basta con que subas el primer peldaño».
«Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda».
«Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros».
«Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia».
«Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir».
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
«Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia».
«Estados Unidos es el mayor exportador de violencia en el mundo».
«Un hombre no mide su altura en los momentos de confort, sino en los de cambio y controversia».
«Hemos guiado a los misiles y desviado a los hombres».
«La libertad nunca es voluntariamente otorgada por el opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido».
«Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad».
«De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi la técnica de la acción».
«Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien».
«El brazo del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia».
Durante la marchas sobre Washington, Martin Luther King pronunció su famoso discurso «I have a dream» («yo tengo un sueño»), gracias al cual se extendería por todo el país la conciencia pública sobre el movimiento de los derechos civiles y se consolidaría como uno de los más grandes oradores de la historia estadounidense.