El cine fue, desde siempre, la gran ilusión de Max Factor (su nombre real era Max Faktorowicz), nacido en la ciudad polaca de Lodz.
Factor fue maquillador y peluquero del Ballet Imperial Ruso, además de fabricante de pelucas, y emigró a los Estados Unidos en 1914, afincándose en Los Ángeles.
Dos años después de su arribo a América, Max comenzó a vender sombras para ojos y lápices para cejas, algo que hasta entonces era impensado para quienes no pertenecían al círculo de estrellas de Hollywood, y para 1920 lanzó una gama completa de productos.
A esta nueva línea la llamó «make up», un término que él mismo acuñó y que hoy sigue formando parte del mundo del maquillaje y la moda.
Durante la denominada Edad de Oro de Hollwyood, este visionario creó pelucas y los más exclusivos looks para las celebridades de cine, como Marlene Dietrich, Jean Harlow o la mismísima Ava Gardner.
Convertido en el maquillador oficial de grandes producciones del cine de aquella época, tomó el eslógan actual: “El maquillaje de los maquilladores”, ya que los pocos profesionales del sector usaban sus productos artesanales.
Factor creó el famoso maquillaje compacto, cuyo perfeccionamiento dio origen al Pancake, que hoy se encuentra disponible en varios tonos.
Alentado por su fama, Max Factor decide comercializar sus productos en tiendas de todo el país, multiplicando su éxito profesional y su fortuna, abriendo además una sucursal en Hollywood Boulevard.
Max Factor falleció en 1938, dejando su imperio en manos de su hijo, Max Factor Jr., quien en la década de los ´70 decide fusionar la empresa, formando parte de Playtex y. posteriormente. de Revlon.
En 1991, el gigante Procter & Gamble compró la marca, que sigue manteniendo hasta hoy, momento en el que la firma elige a Marylin Monroe como imagen de su nueva campaña.