Preservar y difundir una de las tradiciones navideñas más arraigadas en la sociedad mexicana, que forma parte del patrimonio intangible de la nación, es la finalidad de la exposición Nacimientos en El Carmen, breve muestra del ingenio y creatividad de manos artesanas.
La exhibición, que tiene como sede el Museo de El Carmen, está integrada por 21 nacimientos provenientes de diversas partes del país y del extranjero, elaborados con cerámica, vidrio, barro, madera, fibras textiles, papel y metal.
Nacimientos provenientes de colecciones particulares, que datan del siglo XVIII, mediados del XIX, principios del XX y contemporáneos, conforman la muestra que se complementa con piezas pertenecientes al acervo del museo, tales como cinco pinturas de autores anónimos del siglo XVIII, molduras de retablos, columnas salomónicas y portaciriales que datan de los siglos XVII y XVIII.
La exposición temporal permanecerá hasta principios de febrero próximo en el Museo de El Carmen, ubicado en avenida Revolución No. 4 y 6, colonia San Ángel. Horario de 10:00 a 17:00 horas, de martes a domingo. Costo: 48 pesos. Domingos, entrada libre.
¿Cómo surgió esta tradición?
San Francisco de Asís, en el siglo XIII, inició esta tradición al instalar en Italia un nacimiento en tamaño natural con personajes reales; posteriormente, el primero hecho con figuras de barro tuvo lugar en Nápoles, a finales del siglo XV.
Fue hasta el siglo XVIII que este tipo de representaciones se popularizó en Europa, llegando a la Nueva España a finales de esa centuria. El principal cambio que se dio en los nacimientos europeos al llegar a México fue la transformación de los pastores de Belén, convertidos en personajes populares, tales como chinas poblanas, carboneros y aguadores, entre otros.