Con la participación de 115 galerías provenientes de 21 países, el 5 de febrero próximo inicia Zona Maco, la feria de arte contemporáneo que constituye todo un acontecimiento cultural de grandes resonancias tanto adentro como afuera de nuestro país.
Zelika García es sin duda la directora de una orquesta con muchas voces y su pasión por las artes plásticas es el motor que la enciende, una tarea que tiene el principal propósito de difundir el arte en México.
Nació en Monterrey, en cuya universidad obtuvo la Licenciatura en Artes. En su tierra natal organizó varias galerías hasta que en 2002 tuvo lugar la primera feria de arte. Tenía apenas 25 años, muchos sueños que tuvo a bien compartir con su ahora ex esposo Enrique Rubio (hermano de Paulina, la cantante).
Juntos fundaron la primera Zona Maco en 2003, con la participación de 22 galerías.
Hoy, la actual Feria de Arte Zona Maco, está considerada una de las más importantes del continente.
¿Cuál es la zona de mayor nerviosismo, ahora que está todo armado o mientras vas armando la Feria?
Bueno, diría que manejo todo con un nivel medio, para poder llegar al final. De otro modo, me volvería loca.
¿Cuáles son las expectativas a punto de empezar?
Son muy buenas. Porque a pesar de que tuvimos menos tiempo para organizar la Feria (antes iniciaba en abril), creo que por lo mismo trabajamos muchísimo más. Las cosas van bien, a tiempo y las expectativas son altas. Siempre hay últimos detalles que atender, pero en términos generales ya está todo listo.
¿Desde tu lugar cómo se ven las cosas?
Lo que prima es el sentimiento de mucha responsabilidad. Tenemos que ofrecer la feria a mucha gente, sin olvidar que nuestros clientes esenciales son los galeristas. Son los primeros que atendemos y de ellos deriva todo lo demás. Encargarte de los galeristas es hacerlo luego de la prensa, de los coleccionistas, del montaje, de las luces, etcétera. Tenemos un gran equipo en la oficina, cada vez con más experiencia, lo que me hace decir con toda convicción de que esta será la mejor Feria de la historia. Siempre el nivel de calidad ha sido alto, pero este año los curadores seleccionaron muy cuidadosamente los proyectos. Hemos crecido en áreas como las de arte moderno y diseño, pero en general la Feria conserva el tamaño, procurando siempre tener lo mejor. No estamos por el gigantismo, sino por cuidar la calidad, creando nuevos públicos. La Feria tiene que crecer con el público.
¿Ha habido muchos episodios amargos hasta llegar a esta realidad?
Bueno, siempre hay. Que falta una pared, que te toca la influenza en mitad de la Feria, que alguien se olvidó de pedir un permiso importante, en fin, las complicaciones están a la orden del día, pero al final todo se resuelve.
¿Por qué organizas Zona Maco?
Al principio fue mi amor por las artes plásticas y ahora es el amor por la Feria en sí. Me gusta mucho la organización, juntar las partes para que todo suceda. No puedo dedicarme sólo a las artes plásticas, porque la Feria tiene muchos otros aspectos que no hay que descuidar y por eso hace un par de años invité a Pablo del Val, para tener a alguien específicamente al cuidado de la calidad artística.
¿Dejas algún espacio para ti?
Sí, me gusta mucho ir a museos, a exposiciones, siempre me hago el tiempo para eso.
¿Cultivas un espíritu crítico en torno a la situación de las artes en nuestro país?
La verdad, no. Cuando empezó Zona Maco, el reto siempre ha sido mejorar, crear nuevos públicos, apoyar la cultura mexicana, presentar a los nuevos artistas. Cuando estás preocupado por esas cosas, no queda espacio para juzgar. El proyecto nació sin apoyo gubernamental y ahora ya están involucrados el FONCA, el CONACULTA, si nos hubiéramos dedicado a criticar, a meter mala onda, la Feria no hubiera crecido como creció.
¿Y notas la evolución del público?
¡Claro que sí! Cuando empezamos la Feria, tuvimos 3 mil visitantes. El año pasado, vinieron 40 mil. Mucha gente viene año tras año a Zona Maco y se trata de personas que también visitan los museos, las galerías… Tienen una opinión formada de lo que les gusta y lo que no, se informan, compran revistas, las galerías les envían sus newsletters…antes había mucha gente que pensaba que las galerías estaban cerradas para ella, que el mundo del arte era demasiado exclusivo y creo que la Feria ha ayudado, porque se da en un ambiente más relajado, donde la gente puede realmente iniciarse en el interés por el arte.
¿Has tenido que sortear algún obstáculo especial por ser mujer y dirigir una Feria tan importante?
No, para nada. Creo que ha sido al revés. Que el ser mujer me ha ayudado. Al ser mujer, me parece, que el hombre no siente tanta competencia y es más fácil.