Hace un año, la bella italiana Carla Bruni sumaba a su currículum de modelo y cantante, el título de primera dama de Francia, país que la adoptó desde sus comienzos. Los analistas creen que su compañía ha mejorado la imagen del presidente Sarkozy.
Ella asegura que está aprendiendo y preparándose para su labor como esposa del primer mandatario de Francia. Eso incluyó dejar de usar zapatos de tacón alto, ya que ella mide 1,76 metros, pero su marido es más bajo, 1,76 metros. Por otro lado, el dinero que obtiene desde su llegada al Elíseo lo destina a causas benéficas.
Aunque su esposo llegó al poder de la mano de la derecha francesa, ella asegura seguir con sus ideales de juventud. En un programa de televisión de Italia, Carla afirmó: «Sigo siendo italiana y de izquierdas». Dijo además que su esposa nunca le pidió que cambiara sus ideas políticas. «Él cree que yo veo la parte humana y él, la técnica», explicó Bruni.
De acuerdo a los analistas especializados, uno de los mayores méritos de Carla Bruni en este año que llevan juntos, ha sido mejorar la imagen de Sarkozy, sobretodo en lo que refiere a su forma de vestir, que, gracias a ella, se ha vuelto más sobria. También logró abrir las puertas de la izquierda burguesa.