Nueve de cada diez personas, preguntadas sobre los destinos turísticos que desearían visitar, pondrían en la lista a Nueva York, París o algún destino exótico de Asia o el Oriente Medio. Pero…¿no ha pensado usted en visitar Bosnia?
Los tiempos de la dolorosa guerra civil quedaron atrás, y hoy Bosnia-Herzegovina ofrece una infraestructura turística de primer nivel, ansiosa por brindar sus mejores momentos a los visitantes.
Un país complejo y, a la vez, fascinante por la diversidad de sus culturas, lo que se refleja en una variada arquitectura en ciudades como Sarajevo, Mostar o Po?itelj.
Bosnia-Herzegovina también ofrece entornos naturales impactantes, con gargantas, montañas, cascadas o cañones, todos de una gran belleza.
Entre las maravillas naturales se destacan el cañón de Rakitnica, el parque nacional Una, con el castillo de Ostrozac; las cascadas de Štrba?ki Buk y Martin Brod, las cascadas de Cravica o el Parque Nacional Sutjeska.
Además, los amantes de los deportes de nieve cuentan con famosas estaciones de deportes de invierno, como lo son Igman, Jahorina y Bjelašnica.
También es un destino atractivo para los que gustan de la historia y la cultura. Su capital Sarajevo es un sitio bellísimo, con un pasado importante.
Mostar, la ciudad histórica, ha sido declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, siendo también muy visitado el centro de peregrinaje de Medjugorje, convertido en centro de culto para los cristianos de Europa.
Además de las grandes ciudades, Bosnia-Herzegovina ofrece la posibilidad de descrubir pequeños y encantadores pueblos como Visegrad, con su puente de Mehmed Paša Sokolovi?, Patrimonio Mundial de la UNESCO y los restos arqueológicos alrededor de Stolac.
Otras poblaciones con encanto y que son destino imperdible para los visitantes son Pocitelj, con su oferta de arte otomano o el pequeño pueblo de Blagaj, cerca de Mostar, considerado uno de los más pintorescos. Además de Tesanj o Doboj, que está «vigilado» por una fortaleza medieval.