Pocos detalles se conocen, ni siquiera si comieron palomitas, ya que la prensa no fue invitada a participar de la sesión de cine en la Casa Blanca, que contó con un invitado de lujo: George Clooney.
El actor fue convocado por el mismísimo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con quien disfrutó de una sesión cinematográfica en la que se proyectó la película «Monuments Men», protagonizada por Clooney y que no compite por una de las estatuillas en los premios Oscar.
Buscando motivos para tal invitación, los analistas recuerdan que Clooney, que también actúa en su quinta película como director, fue uno de los donantes más importantes de la campaña de reelección de Obama, para quien recaudó 15 millones de dólares con una recogida de fondos en su propia casa.
El famoso actor no fue la única estrella de la noche invitada por Obama. También concurrieron Matt Damon, otra de las estrellas que ha apoyado a Obama públicamente, y otros dos nombres importantes de Monuments Men: el actor Bill Murray y el guionista Grant Heslov.
Sorprendió la presencia de Damon, quien el año pasado declaró públicamente haber perdido la fe en Obama, cuando en la campaña de 2008 fue uno de los mayores defensores del futuro presidente demócrata.
Tras dejar en claro que está decepcionado con su gestión al frente de la Casa Blanca, el actor dijo que «fue él (por Obama) el que rompió conmigo. Hay muchas cosas que cuestiono realmente: la legalidad de los ataques de ‘drones’ -aviones no tripulados-, las revelaciones de la NSA -Agencia de Seguridad Nacional-, etc».
«Monuments Men» se sitúa en los últimos años de la II Guerra Mundial, cuando un grupo de hombres se alistó en el Ejército de EU para frenar el expolio artístico orquestado por los nazis en Europa.
La cinta lleva a la gran pantalla la historia real de un grupo de artistas, arquitectos y responsables de museos dispuestos a todo para proteger y salvar el legado artístico del viejo continente, con un guión adaptado del libro homónimo de Robert M. Edsel y Bret Witter.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que a la sesión también acudieron los «hombres-monumento» de la actualidad, quienes luchan por preservar y difundir el arte y la historia.
Entre ellos, la directora del Museo Estadunidense del Holocausto, Sara Bloomfield, el archivista David Ferriero, y oficiales del Centro del Patrimonio Cultural del Departamento de Estado.