Rebelde, enfermo, serio, misteriosos, Kurt Cobain dejó un legado musical que hasta ahora es imposible serle indiferente.
Las cosas que Kurt Cobain sí amaba
Rodar películas en Súper 8
Una de las cosas que Kurt amaba era filmar películas en Súper 8. Se espera que en el esperado documental dirigido por Brett Morgen sobre la vida de Kurt Cobain que se estrenará en el 2014, se puedan ver materiales inéditos sobre las grabaciones que realizó. “Quizá la gente no sepa que Kurt era un artista visual increíble y que dejó atrás un cofre del tesoro lleno de libros de cómics, pinturas y películas de súper 8.
El documental será una mezcla de animación e imágenes reales que podría convertirse en el “The Wall” de nuestra generación. El filme será muy ambicioso y nos mostrará a Kurt como nunca antes se le había visto” dijo Morgen.
Sus músicos favoritos
Kurt Cobain dejo en papel un testimonio de la música que amaba y los músicos que admiraba. La lista se hizo publica y destacan bandas como:
Iggy & the Stooges – Raw Power (1973), Pixies – Surfer Rosa (1988), The Breeders – Pod (1990), The Vaselines – Dying for It (1988, conocido como Pink EP), The Shaggs – Philosophy of the World (1969), Sex Pistols – Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols (1977), Aerosmith – Rocks (1976) Various Artists – What Is It. (1982, conocido por error como What Is This?)R.E.M. – Green (1988)The Clash – Combat Rock (1982), Marine Girls – Beach Party (1982), David Bowie – The Man Who Sold the World (1970) entre otros.
Se dice que la canción favorita de los Pixies para Kurt Cobain es Gigantic.
Al escritor William S. Borroughs
Una de las posesiones más valiosas para el cantante de Nirvana era un ejemplar de El almuerzo desnudo firmado por su autor, William S. Borroughs.
Burroughs llegó a la vida de Kurt Cobain en la década de los noventa. Se dice que el escritor movió los más profundos pensamiento del cantante, al grado de pasar horas en la biblioteca de Aberdeen, Washington leyendo sus novelas.
Incluso se dice que Burroughs influyó de maneta importante en las letras del cantante de Nirvana.
En 1992, Kurt dijo a la periodista de la revista RIP, Katherine Turman, que le gustaba todo aquello que comenzase con “B”, que su favorito era Burroughs, Bukowski y Beckett.
En 1992, cuando el novelista norteamericano hiciera su primera colaboración con el vocalista de Nirvana, al aceptar que éste adaptara la música para el cuento suyo titulado “The priest they called him”.