Juan Downey (Santiago de Chile, 1940 – Nueva York, 1993) fue un pionero del videoarte que floreció en la década de los sesenta.
El artista trabajó con conceptos específicos del video como la retroalimentación, en la que explora las posibilidades de este medio que se descubría a sí mismo en aquella época.
De igual forma, y de especial interés para el museo en su afán por dedicar un espacio de su programación al arte producido por artistas latinoamericanos, Juan Downey cuestionó la validez de la mirada eurocéntrica que caracterizaba a la época, al desarrollar un cuerpo de trabajo en la selva amazónica en medio de la tribu Yanomami. En un sentido fue precursor de los discursos sobre políticas de identidad que tuvieron auge en los años ochenta y noventa y contribuyeron a la incorporación de los artistas de la periferia al panorama internacional global.
La práctica de Downey fue diversa y abordó varios ámbitos como las relaciones entre la sociedad y la tecnología, el entorno construido (visto a través de una reflexión continua sobre la arquitectura y el urbanismo modernos), y el deseo del arte de tener un radio de acción más allá de los muros del museo. Trabajó con conceptos relacionados con la cibernética, como la ya mencionada retroalimentación, o lo que llamó las “energías invisibles”, que parten de la experimentación con ondas electromagnéticas como radiaciones, vibraciones sísmicas, ondas de radio y radares.
Juan Downey. Una utopía de la comunicación, que se exhibe en las salas 3 y 4 del Museo Tamayo, reúne muestras de dibujo, instalación, performance, video y pintura, producidas a lo largo de la trayectoria del artista.
De su gran acervo de obra se pueden resaltar las llamadas “esculturas electrónicas”: Against Shadows (Contra las sombras, 1969), pieza reconstruida especialmente para la exposición, compuesta por máquinas que requieren de la participación del público para crear dinámicas de retrolimentación entre el espectador y la obra. Video Trans Americas (1973-1976) es una video-instalación resultado de un recorrido en camioneta por gran parte del continente americano (de Nueva York a Yucatán y posteriormente, Chile).
Downey convivió con varios grupos indígenas de América para conocer su forma de vida; los filmó en video y luego les mostró a unas y a otras comunidades autóctonas lo que filmaba; de este modo el artista trabajó el concepto de retroalimentación. Después de esta travesía, Downey se trasladó con su familia a la selva amazónica para convivir durante un año con los indios Yanomami, en la que realizó el mismo ejercicio. Con Video Trans Americas, Downey cuestionó la manera en que se hacían en su época los estudios etnográficos y antropológicos; por lo que propuso otro método para conocer las culturas nativas de América.
Asimismo destaca A Vegetal System of Communications for New York State (Un sistema de comunicación vegetal para el estado de Nueva York, 1972), que consiste en un mapa del estado de Nueva York y una caja de cobre con una planta de electrodos que reacciona ante la energía humana con sonidos. Con esta obra, Downey pretendía que el espectador percibiera la interrelación que existe entre los seres humanos y la naturaleza.