Finlandia, es uno de los países en este planeta que vive la Navidad muy especial. En sus ciudades la Navidad inicia a finales de noviembre aunque no es hasta la Nochebuena cuando alcanza su punto más gélido. Ese día, en la ciudad de Turku, la antigua capital del país, se proclama la «Paz navideña», una ceremonia que tiene su origen en la Edad Media y que marca el inicio de las fiestas. Un extraordinario ambiente que te sumerge en el espíritu navideño con miles de tianguis y motivos especiales que marcan una época donde la gastronomía ocupa un papel protagonista.
Y es que la gastronomía finlandesa cuenta con unos manjares muy tradicionales de la zona, como ejemplos, el jamón de Navidad con mostaza, el pavo que se acompaña de purés de nabos y papas, o la ensalada Rosolli, a base de betabel, zanahorias y manzanas. Platos típicos que se suman a los ya conocidos como el bacalao, el salmón o el arenque, que en estas fiestas se sirven en diversas presentaciones para ser acompañadas del Glogg, un vino caliente aromático y especiado.
Los ingredientes provienen de una cultura ecológica muy enraizada, que se ubica a la vanguardia del desarrollo sostenible, como lo vemos en las cifras de consumo del país, que ocupa el primer lugar en la utilización de alimentos orgánicos, el reciclaje de envases y las energías renovables, en una búsqueda constante de una vida más saludable y menos agresiva con el medio ambiente.
Tradición y modernidad en un paisaje de ensueño donde la base gastronómica principal se nutre de pescados y mariscos, y ofrecen al visitante una exquisita propuesta navideña.