¿Qué tal tus próximas vacaciones a España? ¿Que tal hospedarte en un Parador? Te proponemos las 10 mejores propuestas con detalles de las habitaciones, el entorno en el que se encuentran, sus restaurantes, servicios y comodidades.
El primero de ellos el Parador de Santiago de Compostela, en A Coruña. Situado en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, este Parador nació como Hospital Real en 1499 para albergar a los peregrinos del Camino de Santiago. Se considera el hotel más antiguo del mundo, y la decoración de sus habitaciones transporta a épocas pasadas. Un ejemplo de ellos es la suite del Cardenal, donde se pueden admirar artesonados de madera de estilo mudéjar y obras de gran valor como el sillón frailero del siglo XVII. El buen trato recibido y la situación inmejorable del Parador, han hecho que, un año más, vuelva a ser el Parador mejor valorado de España.
Otro de los que más recomendamos, es el Parador de Plasencia, en Cáceres, ideal para descansar al situarse en el centro de la localidad y contar con una piscina de la que disfrutar en verano. Un antiguo convento del siglo XV, el de Santo Domingo, alberga este Parador, en el que se pueden observar muchos detalles de su estructura original. La piedra está presente en todos los rincones, En su interior encontramos un hall impresionante, con una gran escalera, y su Bar de Noche, situado en la antigua bodega del convento. Éste es el mejor lugar, sin duda, para terminar el día disfrutando de una copa a ritmo de jazz.
El tercero es el Parador de Cruz de Tejeda, en Gran Canaria, el cual se ubica a 1560 metros de altitud sobre el nivel del mar, en el centro geográfico de la isla de Gran Canaria. Inmejorables sus vistas sobre los barrancos y los acantilados. Para relajarse, los huéspedes no pueden perderse su spa con su piscina exterior climatizada que se extiende hasta el bosque. La naturaleza que lo rodea y su oferta gastronómica, hacen de este lugar, un gran atractivo donde degustar la cocina canaria.
Continuamos en la península con el Parador de La Granja, en Segovia, que hospedarse en él es como sentirse en un palacio. Se sitúa dentro del Real Sitio de La Granja, en la Casa de los Infantes, construida en el siglo XVIII por Carlos III. Su cuidada y actual decoración, en tonos beige, verdosos y anaranjados, llena de elegancia sus habitaciones. Destaca su restaurante Puerta de la Reina en el que probar el delicioso cochinillo. Cuenta con un espacio para eventos, con 16 salas de reuniones en las que celebrar desde congresos hasta bodas.
El siguiente dentro de la lista es el Paradorde Cáceres, en Cáceres, que se ubica en el centro histórico de la ciudad, en los palacios de los Marqueses de Torreorgaz y la Casa de Ovando Mogollón, Perero y Paredes, del siglo XIV. Sus amplias habitaciones son muy valoradas por los huéspedes, y cada una tiene una decoración distinta, aunque todas ellas siguen una línea muy actual. Se trata de un Parador concienciado con el medio ambiente, y está equipado con bombillas de bajo consumo y sistemas para el control de la climatización. Aprovechando su privilegiada situación, el mismo hotel ofrece visitas guiadas al centro de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad.
La sexta propuesta es el Parador de Monforte de Lemos, en Lugo, que se encuentra en lo que era el antiguo monasterio benedictino del siglo XVII y el Palacio de los Condes de Lemos, construidos en el Conjunto Monumental de San Vicente do Pino. Su ubicación es única ya que se encuentra en lo alto de la colina de San Vicente, desde donde se divisa toda la localidad. El pasado de estos edificios se aprecia perfectamente en su arquitectura, de la que destaca su claustro neoclásico. Para disfrutar de una estancia perfecta, los huéspedes pueden realizar excursiones en barco por el río Sil o visitar el Centro del Vino y las bodegas de la Ribera Sacra.
La siguiente recomendación también es en la provincia de Lugo y es el Parador de Vilalba. Construido en torno al torreón de lo que fue la fortaleza de los señores de Andrade, Condes de Vilalba, este Parador es un lugar que se remonta uno a la época medieval. En el torreón puede visitarse el Salón de los Andrade, ahora sala de lectura, y se ubican algunas de las habitaciones, decoradas con muebles de madera, camas con dosel, pinturas murales y escudos de armas, recordando el pasado de este lugar. El resto de habitaciones y servicios del Parador de Vilalba se ubican en un edificio nuevo, concebido a imagen y semejanza de los tradicionales pazos gallegos. El trato y la atención del personal es única.
El octavo es el Parador Alarcón, en Cuenca, un lugar en el que transportarse a la Edad Media. Su cuidada decoración se funde con las paredes de piedra de esta fortaleza del siglo VIII, testigo de la historia de la región. La situación del Parador permite tener unas vistas espectaculares y realizar actividades de todo tipo, desde visitar la localidad de Alarcón hasta practicar la pesca y deportes de agua en su embalse. Los huéspedes no pueden perderse la cocina del Parador: una selección de platos regionales, como las perdices en escabeche o el pisto manchego, maridados con los mejores vinos de La Mancha.
Ya para finalizar, les presentamos el Parador de La Gomera, en Tenerife que invita a sumergirse de lleno en la cultura de la isla. El edificio, de arquitectura típica canaria, está rodeado por un exuberante jardín de especies sub tropicales, y en su interior no faltan las alusiones marinas, incluyendo instrumentos de navegación en recuerdo a las naves colombinas, que partían desde aquí en sus expediciones a América. No puede perderse de un baño en su piscina, con el océano de fondo.
Y nuestro último destino es el Parador de Jaén, en la provincia de Jaén. Ubicado en una fortaleza árabe del siglo XIII, en lo alto del Cerro de Santa Catalina. La decoración del castillo, en tonos cálidos y con detalles que recuerdan a la época medieval, así como las increíbles vistas de las que se puede disfrutar. Uno de sus puntos fuertes es el restaurante, de marcado carácter árabe y con unos preciosos arcos cruzados a 20 metros de altura, donde se puede degustar el típico ajo blanco, la pipirrana o la terrina de perdiz. Además, su piscina es impresionante, gracias a su marco incomparable con el castillo de fondo.