A lo largo de los años, el estilo de Kahlo se ha vuelto tan influyente como su arte. Ahora, toda una sección de su guardarropa se mostrará en la Ciudad de México después de estar guardada por casi 50 años en sus armarios y vestidores. Se trata de joyería, zapatos y ropa que aún conserva el perfume de la artista y el humo de sus cigarrillos, así como manchas de pintura.
«Tenía una seguridad en sí misma increíble. Estaba totalmente convencida de que lo que usaba la hacía externar su interior», dijo Alejandra López, restauradora de arte del Museo Casa Azul de Frida Kahlo, donde se presentará la colección a partir del 22 de noviembre en una exposición patrocinada por Vogue México.
Después de que Kahlo murió en 1954, su esposo ordenó que su ropa fuera guardada durante 15 años. Rivera murió tres años después, dejando como albacea a la coleccionista de arte Dolores Olmedo quien administró las casas de Rivera y Kahlo y se negó a dar acceso a los archivos de cartas, ropa, joyería y fotografías de Kahlo. Las piezas permanecieron guardadas hasta el 2004, después de la muerte de Olmedo.
La exposición «Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo«, incluirá una capa de terciopelo negro con encaje en el borde, una versión diferente de las capas de la época; también una blusa de seda con cuello cuadrado y bordados de flores rojas, lavanda y amarillas; una blusa de algodón morada con estampados cuadrados rojos y amarillos. Igualmente una falda morada con flores blancas parecidas a amapolas, una camiseta de manga larga con volados y estampado de hojas y una falda de muselina color vino.
En contraste, la exposición exhibirá el corsé blanco que Kahlo incluyó en su autorretrato «La columna rota» y un arete que le regaló Pablo Picasso e incluyó en un autorretrato de 1940. El par no ha sido hallado.