Ayer fue la ultima presentación del gran músico Roger Waters en Argentina, luego de nueve conciertos seguidos en el estadio de River Plate, el más grande del país.
Con una pared gigante de más de 12 metros de alto y 100 de ancho, todo el show transcurre a través de las imponentes visuales, la energía de un álbum que ya se convirtió en uno de los mejores del mundo y constituye una obra atemporal, que atraviesa generaciones.
Así, el legendario músico británico puso fin a su tercera visita en Argentina, donde casi 400.000 personas pudieron disfrutar de una puesta en escena teatral y política que recrea la esencia de uno de los discos más importantes de Pink Floyd, «The Wall», y sus canciones más emblemáticas como“Hey You”, “Is There Anybody Out There”, “In The Flesh”, “Another Brick in The Wall Part I”, “Empty Spaces”, “The Show Must Go On” y “Nobody Home”, entre otros.
Más allá de un espectacular show, signado por sorpresas, aviones, cerdos negros volando por los aires, visuales de logos e insignias religiosas, vídeos sobre la sangrienta guerra de Irak, sobre niños que se reencuentran con sus padres luego de las batallas, lo cierto es que The wall constituye un disco revolucionario, oscuro, penetrable, además de los toques psicodélicos y virtuosos que se desarrollaron a lo largo de la noche.
El último show, fue muy especial: se grabó el DVD de la gira mundial de The Wall en el país sudamericano y contó con la presencia de celebridades locales.
Un Roger Waters más sabio, más tranquilo, tocando detrás de un muro un tema tan profundo como lo es Confortably Numb. erizando la piel de los presentes, entre llantos, emociones, todo una generación marcada por una banda de culto, que una vez más, no ha defraudado a su público.